Explica que si China lo hace mejor de lo esperado, las materias primas lo notarán
La firma alemana Berenberg tiene una visión "constructiva" sobre el sector minero para este año. "A pesar de las preocupaciones respecto a una recesión y la volatilidad que surgirá si China pone fin definitivamente a su política cero-Covid, creemos que los mercados de materias primas gozan de buena salud", indican estos expertos.
Precisan que los inventarios son bajos, mientras que hay esperanzas de una recuperación mejor de lo esperado de China después del primer trimestre -es decir, después de la desaceleración que implica el Año Nuevo Chino-, al tiempo que destacan cierta relajación, aunque modesta, de los desafíos de suministro.
"Si el desempeño económico de China demuestra ser mejor de lo esperado en 2023, esto tiene el potencial de impulsar los precios de las materias primas al alza; junto a ello está la expectativa de una disminución del ritmo de aumento de los tipos de interés por parte de la Fed y un debilitamiento del dólar, lo que respalda a los metales básicos y los metales preciosos", precisan estos analistas.
Ante un precio del oro repuntando hasta 1.900 dólares la onza, junto con mejores flujos de fondos cotizados en bolsa (ETF), compras del banco central y un dólar más débil, "las mineras de oro parecen ser un buen lugar para encontrar rentabilidad", apuntan estos analistas.
Los nombres preferidos son Endeavour Mining (para inversores en activos de gran capitalización con elevada liquidez) y Wheaton Precious Metals (como una alternativa de menor riesgo, aunque con rendimientos más bajos).
En el ámbito de compañías de mediana capitalización, continúan teniendo bajo revisión a Centamin, y respaldan los planes de la gerencia para impulsar aún más el rendimiento, mientras que un ZAR débil y un precio del oro fuerte apoyarán a Pan African Resources.
"Para una historia de cambio de tendencia, no busque más allá de Resolute Mining", comentan estos analistas.
En cuanto a los metales básicos, el margen de debilidad del dólar apunta a un rendimiento superior de los metales básicos y, como tales, los nombres favoritos de Berenberg siguen siendo Central Asia Metals (de bajo riesgo, alta rentabilidad y con un sólido balance), Griffin Mining (el zinc debería funcionar bien ante un repunte de China) y, en función de los resultados operativos, Jubilee Metals, "que creemos que puede ser una atractiva apuesta", comenta Berenberg.
También elevan la recomendación sobre Boliden a 'comprar', dada la mejora de los precios de los metales básicos.
"La seguridad energética sigue siendo clave para nosotros, y creemos que los precios del uranio subirán este año y, a su vez, apoyarán a Yellow Cake. Por último, vemos un valor convincente en las empresas de proyectos, en particular Rainbow Rare Earths (fundamental para la transición energética) y Sovereign Metals", explican estos expertos.
Berenberg ha elevado sus previsiones de precios del cobre en un 14%, en un 13% las del mineral de hierro, en un 31% las del aluminio y en un 35% las del níquel para 2023 y 2024. Por su parte, ha realizado "cambios limitados" en su pronóstico de precios del carbón, con preocupaciones de seguridad energética que comenzaron a disminuir en el carbón térmico y un mercado estable (aunque con algunas ventajas) en el carbón metalúrgico. Así, su expectativa de precios del carbón térmico para 2023 se ha recortado en un 4%, mientras que su precio del carbón metalúrgico ha subido un 6%.
En cuanto al repunte del oro, con una Fed más moderada y las perspectivas de un dólar más débil, Berenberg ha mejorado sus previsiones para 2023 en un 13% y en 31% para la plata.
"El platino se ha aprovechado de la recuperación del oro y elevamos nuestra estimación en un 18%. Si bien estos son movimientos alcistas bastante agresivos, creemos que hay más potencial alcista desde estos niveles si la recuperación se desarrolla mejor de lo esperado y, como tal, creemos que hay más potencial alcista para nuestras estimaciones", precisan.
Finalmente, dada la inflación de costes significativa en los últimos dos años y la probabilidad limitada de que esto se revierta, Berenberg ha elevado la mayoría de sus precios a largo plazo en torno a un 10% para reflejar esto y, como resultado, una curva de costes más pronunciada.