El banco temía que Carlos Arenillas pudiera impulsar una denuncia contra Francisco González
BBVA solicitó los trabajos de Villarejo contra el entonces vicepresidente de la Comisión Nacional del Mercado Valores (CNMV). Pidió al excomisario que siguiera y controlara los movimientos de Carlos Arenillas en plena ofensiva del PSOE y Sacyr para tomar el control del banco.
El número dos del organismo bursátil estaba en el punto de mira debido a que tanto el presidente de BBVA, Francisco González, como Villarejo consideraban que tenía que ver en las maniobras para asaltar la entidad. Dentro de la denominada operación Trampa, el agente encubierto siguió y tomó fotografías al menos a dos vehículos oficiales de la CNMV y espió de la casa de Arenillas, según la información publicada por El Confidencial y Moncloa.com.
La intención de González era controlar lo que podía hacer Arenillas con una denuncia que la CNMV había recibido en plena ofensiva
El verdadero objetivo de esos seguimientos era el entonces vicepresidente del organismo, según a confirmado a estos medios el nombre que Villarejo usó para etiquetar las fotografías.
La intención de González era controlar lo que podía hacer Arenillas con una denuncia que el regulador había recibido en plena ofensiva. Además, interesaba el número dos de la CNMV por su pasado en Intermoney, la misma agencia de valores por la que también pasó el entonces jefe de la Oficina Económica de Moncloa, Miguel Sebastián, el dirigente del PSOE más implicado en el asalto a BBVA.
Otros de los rostros más visibles en esta ofensiva fueron Luis del Rivero y Juan Abelló. El entorno de ambos había presentado una denuncia contra González ante la CNMV por presuntas irregularidades en la venta de su sociedad de bolsa, FG Valores, a Merrill Lynch en 1996. Y esto, solo unos días después de que la constructora anunciara oficialmente sus intenciones contra la entidad.
MONTERO LO TACHA DE "GRAVÍSIMO"
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha calificado de "gravísimo" la contratación por parte del BBVA de los servicios del Grupo Cenyt, la agencia de detectives propiedad de José Manuel Villarejo, actualmente en prisión preventiva. "El poder es información y si esa información es ilícita, está grabada sin consentimiento de las personas participantes, es todo un sin sentido y una situación muy grave", ha afirmado la titular de Hacienda en declaraciones a la Cadena Ser recogidas por Europa Press.
Preguntada por el encargo del BBVA a Villarejo para un posible espionaje a distintas personas, la ministra ha afirmado que le parece una situación "gravísima" y que "es inconcebible para una democracia que se puedan producir fisuras y situaciones de este tipo que alarman a gran parte de los políticos, de los periodistas y del conjunto de la sociedad".
"Me parece una situación gravísima y como bien se comentaba habrá que ver la veracidad de esas grabaciones que se han producido e imagino que las autoridades judiciales tomarán buena nota después de las investigaciones que se están haciendo a Villarejo", ha señalado.