El presidente de Aragón quiere que Endesa "piense inversiones alternativas"
Asturias, Aragón y Castilla y León quieren que el carbón se quede unos año más. Los presidentes de las tres comunidades, Javier Fernández, Javier Lambán y Juan Vicente Herrera, han pedido al Gobierno que no permita a las empresas eléctricas cerrar sus plantas térmicas en 2020 para evitar un final "abrupto" del carbón en zonas donde la actividad económica está fuertemente ligada a esta materia prima.
Los barones del carbón piden más tiempo al Ejecutivo para adaptar la economía local y pretenden que se impida el cierre en 2020 de las plantas térmicas por el daño que puede causar al tejido económico y social de las regiones. Aunque se muestran abiertos a colaborar y conscientes de que la transición energética es algo que se va a producir, quieren mantener tanto las explotaciones mineras como las plantas térmicas más tiempo en funcionamiento y que las empresas eléctricas se involucren aún más en la reconversión de las zonas donde tienen instaladas sus centrales.
Especialmente belicoso se ha mostrado el presidente de Aragón. Javier Lambán, que aspira a la reelección en 2019, ha reiterado que los planes de Endesa para Aragón no son suficientes. La energética tiene previsto cerrar su planta de Andorra, en Teruel, en 2020, por no poder acometer las inversiones necesarias para adaptar el nivel de emisiones a la normativa europea.
"Lo digo sin ambages. No ha demostrado la responsabilidad social empresarial que cunde por doquier en el conjunto del tejido empresarial aragonés. No puede ser que una empresa lleve décadas con beneficios muy importantes en una comunidad autónoma y, en un determinado momento se desentienda del futuro de esa región y tome decisiones ateniéndose exclusivamente a su puro interés económico", ha afirmado Lambán.
La energética tiene provisionado ya el desmantelamiento y una serie de inversiones en renovables: 800 millones para instalar 1.000 megavatios fotovoltaicos, además de los 500 millones para poner en marcha 513 MW eólicos ligados a las subastas de 2017. También se ha comprometido a proteger el empleo de sus trabajadores en esta central y a dar prioridad a los de las empresas auxiliares de cara a las labores de desmantelamiento y los nuevos proyectos que se desarrollen en la zona. Además, la empresa ha subrayado que está abierta a otras iniciativas que se puedan plantear para dinamizar la economía de la zona.
Pero estos planes parecen no ser suficientes para el barón autonómico. Lambán ha subrayado que "lo importante es generar entornos para ser atractivos a la inversión" y que para invertir en renovables en Aragón ya cuentan con "el empresariado necesario". "Para ese viaje no hacen falta alforjas. Endesa tiene que pensar en inversiones alternativas", ha rematado.
En opinión de Herrera, y así se ha trasladado a la ministra Teresa Ribera, "hay aprovechar de forma inteligente los plazos que se dan para la transición energética y hay que obligar a las eléctricas a tener una visión de Estado" y a que alineen la operación de sus plantas con las metas de política energética que establezca el Gobierno. "Se les exija revisar las inversiones para apurar los plazos", agrega el presidente de Castilla y León, que considera un "despropósito" el cierre de centrales para 2020.
Desde el Gobierno la postura ha sido clara: las centrales que se adapten a la normativa de emisiones que entra en vigor en junio de 2020 seguirán operando; las que no lo hagan, cerrarán. Aun así, el secretario de Estado de Energía, José Domínguez Abascal, ha aprovechado la cita para reiterar que se solicitará a las empresas "con la firmeza que corresponda unos planes de transición justa y con sentido para las zonas donde ubican sus plantas".
Eso sí, nada de presionar a las eléctricas para que mantengan en operación centrales que contaminan. Los planes para la transformación de las zonas mineras no implica que las plantas sigan abiertas, apunta Domínguez, sino nuevos proyectos e inversiones en actividades que dinamicen la economía de la zona.
CINCO CENTRALES EN 2020
El cierre del carbón no es un capricho de las eléctricas ni del Gobierno. Como ha recordado el secretario de Estado, la normativa europea marca una senda clara a este respecto: las minas no rentables y que no hayan devuelto las ayudas para el cierre deberán dejar de operar al cierre de este año y las centrales térmicas a carbón tienen hasta junio de 2020 para adecuarse a la normativa de emisiones contaminantes o deberán desconectarse.
En la hoja de ruta del Gobierno para el próximo año y medio está la desconexión de nueve de las 14 centrales a carbón que hay en España en el marco del plan para el cierre de las térmicas que lleva casi una década sobre la mesa. Las otras cinco, afirmó Domínguez recientemente, son las que ya se habrán adaptado a las inversiones para la desulfurización y desnitrificación. El horizonte de cierre de estas instalaciones, sin embargo, no está lejos. Según la cartera de Transición Energética llegaría antes de 2030.
De hecho, la primera central a carbón que se ha desconectado ha sido la de Anllares, en Páramo del Sil (León), el pasado 1 de diciembre. Esta planta es propiedad de Naturgy (66,7%) y de Endesa (33,3%) y anunciaron su cierre hace cinco años ante la imposibilidad de cumplir con los límites de emisiones marcados por la UE. El Ministerio autorizó su cierre en noviembre y las tareas de desmantelamiento costarán alrededor de 30 millones de euros.
Iberdrola anunció a finales de 2017 el cierre de sus centrales de Lada (Asturias) y Velilla (Palencia). Endesa envió la petición oficial de cierre de Compostilla (León) y Andorra (Teruel) la semana pasada y ahora, según Domínguez, el Gobierno tiene que revisar los documentos y estudiar el plan de acompañamiento que ha presentado la eléctrica y "trabajar con el tejido social" de ambas regiones para que funcione. También se espera que eche el cierre la central de Meirama (A Coruña), propiedad de Naturgy,
¿Cuáles se quedarán? Endesa ya ha hecho las adaptaciones en la planta de Litoral (Almería), está trabajando en las de As Pontes (A Coruña) y ha prometido inversiones en Canarias y Baleares. En el caso de EDP, ha realizado las inversiones necesarias en sus centrales de Aboño y Soto de Ribera, ambas en Asturias. La quinta central es la de Los Barrios, en Cádiz, y pertenece a Viesgo.