El consorcio, liderado por Adif, OHL y Copasa, realizará dos trayectos por sentido para invitados los viernes y sábados
El AVE La Meca-Medina, que construye y explotará un consorcio de empresas españolas, prevé comenzar a circular antes de fin de año, si bien lo hará con los que se han denominado "viajes de demostración". En concreto, se prevén poner en circulación dos viajes por sentido cada viernes y cada sábado, desde las ciudades de La Meca y Medina, que transportarán a distintos tipos de invitados para mostrarles la infraestructura y su servicio.
Los viajes de "demostración" secundarán a las pruebas con trenes que ya se llevan a cabo en la línea desde hace meses. Estas pruebas, que forman parte del proceso de homologación de los vehículos, se desarrollan de "forma satisfactoria", según informó el consorcio.
En el marco de estas pruebas, el pasado mes de julio ya se realizó un primer viaje completo entre Jeddah y Medina de un tren AVE que alcanzó una velocidad comercial máxima de 300 kilómetros a la hora. En cuanto a la marcha de los trabajos, en la actualidad, las obras de construcción del denominado 'Ave del Desierto' ya se han ejecutado en "más de un 80% del total". Además, se ha completado ya la conexión por vía entre las dos ciudades santas que unirá la línea de Alta Velocidad, lo que, según el consorcio, permitirá que próximamente un tren recorra ya todo el corredor completo.
En paralelo, el consorcio trabaja en todas las tareas preparativas relacionadas con la posterior fase de operación y explotación comercial del corredor a partir del próximo año, que correrá a cargo de Renfe. En un comunicado, el grupo de empresas españolas que acomete el proyecto indica que una vez que en mayo se cerró el acuerdo con el Gobierno de Arabia Saudí con el que se solventaron los problemas de retrasos y sobrecostes que surgieron en el proyecto, las autoridades del país "han manifestado en varias ocasiones su satisfacción con el desarrollo de los trabajos".
UNO DE LOS MAYORES PROYECTOS INTERNACIONALES
El AVE La Meca-Medina constituye uno de los mayores contratos logrados en el exterior por empresas españolas. El proyecto, estimado en unos 6.700 millones de euros, ha supuesto la colocación de las vías en los 450 kilómetros de longitud de la línea entre las dos ciudades santas, así como de la superestructura (la electrificación, y los sistemas de seguridad y comunicación), y su posterior explotación.
El consorcio que a finales de 2011 se hizo con el contrato está integrado por las empresas públicas Renfe, Adif e Ineco, y las privadas OHL, Cobra (ACS), Indra, Consultrans, Copasa, Dimetronic, Imathia e Inabensa. Talgo completa el grupo como suministrador de los trenes, un total de 35 trenes AVE, además de uno especial para la familia real árabe, con capacidad para 400 personas, además de su mantenimiento durante doce años.