La marca italiana cotiza cerca de sus máximos mientras que la inglesa lo hace cerca de sus mínimos
Cuando se piensa en coches de lujo es difícil que no venga a la mente las marcas Aston Martin y Ferrari. Hay quien piensa que los primeros son más atractivos para el publico adulto mientras que los segundos están destinados al público más joven. Las diferencias no van mucho más allá de las preferencias del usuario.
Donde si existen notables diferencias entre ambas marcas es el mercado de valores. La compañía italiana está cotizando muy cerca de sus máximos históricos, registrado el 22 de enero cuando alcanzó los 158,70 dólares por acción. Actualmente cotiza en torno a los 157 dólares.
Una situación completamente distinta a la que está viviendo su competidora. Desde que salió a bolsa en octubre de 2018 sus títulos acumulan una caída cercana al 80% y cotizan en 429 libras, frente a las 1.810,60 con las que salieron al mercado, y están tan solo a un 4% de sus mínimos históricos.
Los analistas también parecen tenerlo muy claro y no ven el techo en las subidas de Ferrari ni el suelo en las caídas de Aston Martin. El 62% de los analistas que sigue a Ferrari en FactSet recomienda tomar posiciones en la compañía, frente al 18% que lo hace en Aston Martin. Menor es la diferencia en lo que respecta a los consejos de venta. En el caso de la firma italiana representan el 10% mientras que en la inglesa son el 27%.
Ni un posible nuevo inversor parece ayudar al coche de James Bond a levantar cabeza. Esta semana se ha conocido que Lawrende Stroll, copropietario de la escudería de Fórmula 1 Racing Point, está ultimando la compra de casi el 20% de la compañía por 200 millones de libras (180 millones de euros).
La noticia no tuvo una buena acogida en el mercado y sus acciones cedieron algo más de un 2%. Pero lo que de verdad está lastrando su cotización en 2020 (-17,45%) es el 'profit warning' que anunció el 7 de enero. Ese día sus títulos cedieron un 16,47%. Fue la segunda rebaja de previsiones en menos de un año, anunció otro 'profit warning' en julio, entonces sus títulos cayeron más de un 20%.
Ambos 'profit warning' han llevado a la compañía a contactar con varios inversores con el objetivo de poder realizar un aumento de capital ante la necesidad de financiación. Si se confirma la información podría decidir su plan de acción a finales del mes de enero.
El Brexit tampoco está siendo un aliado para Aston Martin, de hecho, provocó que el beneficio de la compañía en el tercer trimestre de 2019 fuera bastante negativo. Declaró unas ganancias de 13.400 millones de libras esterlinas, un 51% menos que en el mismo periodo del año anterior.
Todo apunta a que finalmente Reino Unido abandonará la Unión Europea con un acuerdo bajo el brazo, la situación menos mala para Aston Martin. Y es que, todos los nuevos modelos fabricados en Reino Unido necesitan la aprobación de la Agencia de Certificación de Vehículos (VCA), cuya supervisión es válida para la Unión Europea.