La compañía no tendría fondos para cumplir con todas sus obligaciones financieras
La farmacéutica estadounidense Aradigm, de la que la compañía española Grifols es el principal accionista desde el año 2013, se ha declarado en bancarrota al entrar en causa de disolución, tras acumular unos fondos propios negativos de 10,22 millones de euros. El gigante de los hemoderivados no se ha alterado tras estas informaciones y sube un 0,8%.
Grifols ya reevaluó estos activos a finales de 2017 en virtud del principio de prudencia y en ese momento reconoció "un impacto total de 80 millones de euros". También explicó que el principal activo de la compañía era la obtención de la autorización de la FDA para la comercialización de su producto LinhaliqTM. La no aprobación ha llevó a Grifols a "reconocer el deterioro de la totalidad de los activos asociados a Aradigm (participación, activos intangibles y activos financieros)", según un comunicado de la compañía.
Según varios medios, esta participada de la compañía, con sede en Barcelona, anunció el pasado 11 de febrero que no disponía de los fondos suficientes para hacer frente a todas sus obligaciones financieras, por lo que no tuvo otra opción que presentar la solicitud de bancarrota; la Dirección de la compañía respaldó esta decisión de manera unánime, para autorizar a Aradigm a solicitar protección en base al Capítulo 11 del Código de Quiebras de EEUU.
La acusación a esta empresa, de la que Grífols posee un 35,14%, se produjo tras el desplome bursátil de un 65% que sufrió la misma tras rechazar la Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA) la aprobación de su fármaco Pulmaquin, cuya licencia mundial en exclusiva fue comprada por Grifols en 2013. La misma Grífols ha reconocido que ha dejado caer a la empresa, en un comunicado oficial.
"Aradigm decidió que sin la confirmación de los fondos de su socio e inversor principal la compañía no tendría fondos suficientes para cumplir con todas sus obligaciones financieras futuras. Por lo tanto, no tuvo otra alternativa más que considerar la presentación de la protección por bancarrota para preservar su valor de negocio en marcha", aduce la empresa.