Las autoridades del país han limitado el uso del iPhone en agencias y empresas públicas
Apple atraviesa un momento delicado en bolsa, después de dejarse casi 200.000 millones de dólares de capitalización bursátil en las últimas jornadas a raíz de la decisión de China de ampliar la prohibición del uso de iPhones a agencias respaldadas por el gobierno y empresas estatales. Para los analistas, el foco está ahora en determinar si esta situación tendrá un impacto profundo en las cuentas de la compañía, que además se encuentra a menos de una semana de presentar el iPhone 15.
Neil Wilson, director de análisis de mercados de Markets.com, asegura que "no son preocupaciones insignificantes" para Apple, ya que "no será irrelevante en términos de ventas", especialmente teniendo en cuenta que "la Gran China representa alrededor de una quinta parte de las ventas, y tal vez alrededor de 50 millones de ventas de iPhone al año".
Además, el analista considera que esta medida puede no ser la última en la misma dirección, ya que "una prohibición total de un producto Apple no parece muy improbable". Cabe recordar además que China representa casi un 20% de la facturación de la firma y fue el único territorio en el que se incrementó la demanda de iPhone en el último año, mientras que sus ventas se movieron a la baja en otros mercados como el estadounidense y el europeo.
Detrás de esta limitación al uso del iPhone, muchos analistas ven un nuevo episodio de las tensiones entre EEUU y China, que este año han recrudecido sus disputas comerciales con nuevas restricciones a la exportación de materiales considerados clave.
Desde Rabobank destacan que "si esta es la respuesta –tardía– de China a la inclusión de Huawei en la lista negra por parte de la administración Trump en 2019, ciertamente no hace mucho bien a la relación internacional entre China y Estados Unidos".
"No es que alguna vez hubiésemos creído que las recientes iniciativas para reiniciar un diálogo fueran a tener éxito, pero podría decirse que estos acontecimientos anularán cualquier avance logrado en los últimos meses", señalan, y agregan que "las conclusiones lógicas son que Estados Unidos probablemente aumentará aún más las sanciones comerciales".
Además, consideran que este tipo de medidas alimentan el relato de que "la seguridad nacional triunfa sobre la economía”, puesto que Apple "no es sólo un proveedor clave de teléfonos en China sino también un gran empleador".
Si bien la relación entre las dos principales economías del mundo lleva varios años discurriendo entre tensiones, en Rabobank consideran que "es posible que las cosas estén avanzando más rápido de lo que la mayoría de la gente cree", y ponen como ejemplo que "los legisladores estadounidenses han dicho ahora que el principal fabricante de chips de China, SMIC, puede haber violado las sanciones al suministrar componentes a Huawei".
Por su parte, Danni Hewson, jefe de análisis financiero de AJ Bell, apunta que "la medida reduce aún más la temperatura en la relación decididamente fría entre China y Estados Unidos, en la que las empresas se encuentran como peones en el último juego de ajedrez político".
Otro elemento a tener en cuenta sobre la decisión de China con los iPhone es que Huawei ha presentado recientemente su último dispositivo, el Mate 60 Pro, con el que aspira a plantar cara a la popularidad de los dispositivos de Apple, y ante esta situación "Beijing estará feliz de dejar que los rumores circulen para empujar a los consumidores a comprar China, no Estados Unidos", asegura Wilson.
Para Victoria Scholar, directora de inversiones de Interactive Investor, "los acontecimientos eclipsan los tan esperados lanzamientos del iPhone 15 de Apple la próxima semana y llegan en un momento sospechoso dado que el fabricante chino de teléfonos inteligentes Huawei lanzó la semana pasada un nuevo teléfono inteligente rival".
"También destaca el riesgo para el sector tecnológico estadounidense derivado de las crecientes tensiones comerciales entre Estados Unidos y China. Pero el proteccionismo ha llegado en ambas direcciones, tanto desde Estados Unidos como desde China", destaca.
Con todo, considera que "Beijing busca reducir su dependencia de la tecnología estadounidense, pero esto actúa como un importante obstáculo para Apple, ya que China es su mayor mercado internacional y representa alrededor del 20% de sus ingresos". Sin embargo, los efectos de estas limitaciones afectan también a otras firmas como Qualcomm, que también están sufriendo en bolsa.
Ipek Ozkardeskaya, analista sénior de Swissquote Bank, recuerda que "el personal del gobierno chino ya no podía presentarse a trabajar con sus iPhones. Entonces, lo más probable es que, si eres un trabajador del gobierno en China, ¡ya no tengas un iPhone!".
También subraya que esta medida afectará previsiblemente a alrededor de medio millón de iPhone de los aproximadamente 45 millones que la compañía espera vender en China durante los próximos 12 meses, lo que supone "alrededor de un 1% de impacto".
Asimismo, pone el foco en la relación de Apple con las empresas locales, puesto que "la mayoría de los iPhone todavía se ensamblan en China, y hacer enojar a Apple causaría muchas pérdidas de empleos, y eso Xi no está en condiciones de permitírselo hoy".
"Desafortunadamente para Apple, sus iPhone perdieron cuota de mercado del 20% al 16% entre el primer y el segundo trimestre de este año, pero la cuota de mercado de los iPhone se sitúa en el 65% de los smartphones con un valor de más de 600 dólares en China", concluye.