Tras dar a conocer su estrategia de inteligencia artificial (IA)
La inteligencia artificial (IA) ha llegado a Apple con un pan bajo el brazo o, en este caso, con nuevos máximos históricos. La firma de la manzana ha subido un 2,86% en Wall Street (213,07 dólares por acción), aunque ha llegado a dispararse más de un 6%, lo que le ha permitido alcanzar una capitalización de mercado de 3,3 billones de dólares y recuperar, momentáneamente, el trono como la empresa más valiosa del mundo.
La gran perjudicada por este hito ha sido Microsoft que, con un valor de algo más de 3,2 billones de dólares, había quedado relegada a la segunda posición (aunque finalmente ha vuelto a ella 'por los pelos').
Y es que Apple no ha dejado de recibir buenas noticias desde que diera a conocer su estrategia de IA en la sesión inaugural de su Conferencia Mundial de Desarrolladores (WWDC, por sus siglas en inglés), aunque en un primer momento no llegó a convecer a los inversores.
Sin embargo, a medida que pasan los días y los avances se van analizando en detalle, la opinión de los expertos ha cambiado radicalmente al descubrir la apuesta de la tecnológica para capitalizar el auge de la IA.
La compañía presentaba 'Apple Intelligence' y anunciaba que entrelazaría la tecnología de IA generativa en sus aplicaciones nativas y sus últimos dispositivos, con características que van desde la tecnología de asistencia a la escritura hasta los emojis generativos generados por IA.
Los estrategas de Morgan Stanley y Bank of America creen que las nuevas funciones de IA de Apple llevarán a los usuarios a comprar nuevos iPhones.
"Después de una WWDC que cumplió con los detalles clave en los que nos centramos antes del evento, tenemos una convicción aún mayor de que Apple está en la cúspide de una actualización de producto de varios años que respalda nuestra calificación de 'sobreponderar', el precio objetivo de 216 dólares y la valoración del caso alcista de 270 dólares", explican desde Morgan Stanley.
La firma de Tim Cook también dio a conocer una asociación con OpenAI, por ejemplo, para brindar a los usuarios acceso a ChatGPT si Siri no puede ofrecer una respuesta. Estas funciones entran en juego sólo si los usuarios lo permiten.