El consumo de petróleo para transporte decaerá a partir de 2026 por el coche eléctrico y otras medidas
El crecimiento de la demanda mundial de petróleo se desacelerará "hasta casi detenerse" en el curso de los próximos años, mientras que se acelera la transición hacia energías más limpias, lo que permite vislumbrar el "pico" del consumo mundial de crudo hacia finales de la presente década, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
"El crecimiento de la demanda mundial de petróleo se desacelerará casi hasta detenerse en los próximos años", afirma la agencia en su informe de previsiones a medio plazo para el mercado petrolero, donde apunta que los elevados precios del crudo y las preocupaciones sobre la seguridad del suministro aceleran el cambio hacia tecnologías energéticas más limpias.
De este modo, la AIE pronostica que, según las políticas gubernamentales actuales y las tendencias del mercado, la demanda mundial de petróleo aumentará un 6% entre 2022 y 2028 para alcanzar los 105,7 millones de barriles por día (mb/d), respaldada por la sólida demanda del sectores petroquímico y aeronáutico.
Sin embargo, a pesar de este aumento acumulado, se espera que el crecimiento de la demanda anual se reduzca desde los 2,4 millones de barriles al día estimados para este año a sólo 400.000 barriles diarios en 2028, "lo que pone a la vista un pico en la demanda".
En particular, la agencia anticipa que el consumo de petróleo para combustibles en el transporte comience a disminuir después de 2026 a medida que la expansión de los vehículos eléctricos, el crecimiento de los biocombustibles y la mejora de la economía de combustible reduzcan la demanda.
"El cambio hacia una economía de energía limpia se está acelerando, con un pico en la demanda mundial de petróleo a la vista antes del final de esta década a medida que avanzan los vehículos eléctricos, la eficiencia energética y otras tecnologías", dijo el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol.
"Los productores de petróleo deben prestar mucha atención al ritmo creciente del cambio y calibrar sus decisiones de inversión para garantizar una transición ordenada", añadió.
En su informe, la AIE subraya que los mercados petroleros mundiales todavía se están recalibrando lentamente después de tres años turbulentos en los que fueron sacudidos primero por la pandemia de Covid-19 y luego por la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
En este sentido, advierte de que la crisis energética global provocada por la guerra en Ucrania ha resultado en una reorganización sin precedentes de los flujos comerciales globales.
"Los mercados mundiales de petróleo podrían ajustarse significativamente en los próximos meses, ya que los recortes de producción por parte de la OPEP+ moderan un repunte en los suministros mundiales de petróleo", advierte la AIE, que confía, sin embargo, en que las tensiones en los mercados disminuirán en los próximos años.
En el caso de China, si bien la reapertura del gigante asiático a finales de 2022 provocó un repunte de la demanda de petróleo en la primera mitad de 2023, la agencia espera que el crecimiento del consumo chino de crudo "se desacelerará notablemente a partir de 2024".
No obstante, la creciente demanda petroquímica y el fuerte crecimiento del consumo en las economías emergentes y en desarrollo compensarán con creces la contracción prevista de la demanda de las economías avanzadas.
En cuanto a las inversiones globales en exploración, extracción y producción de petróleo y gas, la AIE señala que están en camino de alcanzar sus niveles más altos desde 2015, con un crecimiento interanual del 11% hasta los 528.000 millones de dólares (489.281 millones de euros) en 2023, añadiendo que este nivel de inversión, de mantenerse, sería adecuado para satisfacer la demanda prevista en el período que cubre el informe, aunque estima que supera la cantidad que se necesitaría en un mundo que se encamina hacia las emisiones netas cero.
En este sentido, las proyecciones del informe asumen que los principales productores de petróleo mantienen sus planes para aumentar la capacidad incluso cuando el crecimiento de la demanda se desacelera.
Según las previsiones, los países productores de petróleo fuera de la alianza OPEP+ aumentarían la capacidad de suministro en unos 5,1 mb/d para 2028, liderados por Estados Unidos y Brasil, mientras que Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos e Irak lideran los planes para el desarrollo de capacidades dentro de la OPEP+, con una ganancia de capacidad neta estimada de 0,8 mb/d para los 23 miembros de la OPEP+.
De este modo, se espera que estos aumentos resulten en un colchón de capacidad disponible de al menos 3,8 mb/d, concentrado en el Oriente Próximo, aunque el informe advierte del impacto potencial en el equilibrio del mercado de una serie de factores, incluida la incertidumbre sobre las tendencias económicas mundiales, las decisiones de la OPEP+ y la evolución de la industria de refino de China.