Sir Chris Hohn, el 'caballero' inglés que se ha 'forrado' con el rally de Aena

El gestor del fondo TCI compró el 7,7% del capital del gestor de aeropuertos por 671 millones de euros: hoy esa participación vale 1.777 millones

  • En 2016, Hohn se repartió un dividendo de 150 millones de libras para hacer frente a su divorcio
  • El Estado vendió el 49% del capital hace dos años por tan 'sólo' 4.263 millones de euros
César Vidal
Bolsamania | 08 abr, 2017 06:00 - Actualizado: 21:04
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Aena

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17:35 22/11/24
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11 de febrero de 2015. Aena sale a bolsa a 58 euros y se dispara un 20%, hasta 70 euros por acción. 6 de abril de 2017. Aena cierra en máximos históricos de 153,65 euros, tras subir un 1,25%. En poco más de dos años, las acciones del gestor de los aeropuertos españoles se han revalorizado casi un 165%.

Un impresionante rally bursátil que ha elevado su valoración hasta 23.000 millones de euros, frente al valor inicial establecido por el Gobierno en 8.700 millones de euros. En la segunda mayor privatización de la historia de España tras la salida a bolsa de Endesa (hoy en manos del grupo italiano Enel), el Estado vendió el 49% del capital por 'sólo' 4.263 millones de euros.

Sumando el dividendo repartido en 2016 con cargo a 2015 (unos 207 millones de euros brutos por el 51% del capital), el Estado ha recaudado 4.470 millones de euros. En la actualidad, a través de la sociedad pública Enaire, controla un paquete de 76,5 millones de euros, valorado en unos 11.754 millones de euros, 2,7 veces más que lo recaudado en la salida a bolsa.

En este escenario, el principal beneficiado de este increíble comportamiento bursátil ha sido el fondo de inversión con sede en Reino Unido The Children's Investment Fund Management (TCI), creado y gestionado por Sir Christopher Hohn (ex de Apax Partners y Perry Capital) en 2004.

El fondo, que se define como un inversor de largo plazo, declaró una participación del 4,4% en Aena (6,6 millones de acciones) el mismo 11 de febrero. Además, a través de Talos Capital, otra de sus sociedades, declaró una participación adicional del 3,068% (4,6 millones de acciones). En total, TCI controla el 7,714% de Aena (11,57 millones de acciones).

TCI pagó 671 millones de euros por ese 7,71%, que en la actualidad está valorado en 1.777 millones de euros. Una ganancia de 1.106 millones de euros. A esto hay que añadir los dividendos distribuidos por la empresa en este periodo: 2,71 euros brutos con cargo a los resultados de 2015. En total, unos 33 millones de euros, que elevan esa ganancia hasta 1.139 millones de euros. Posteriormente, TCI declaró el 3,607% del capital de Aena a través de instrumentos financieros derivados denominados CFDs. En total, declara a la CNMV el control sobre el 11,321%.

Según Forbes, la fortuna de Sir Chris Hohn (es caballero del Imperio Británico desde 2004) está valorada en 2.100 millones de dólares. A finales del año pasado la prensa inglesa publicó que TCI le había distribuido un dividendo de 150 millones de libras para afrontar los gastos de su divorcio, ya que Hohn fue condenado a pagar a su ex mujer 337 millones de libras, cuando su fortuna se calculó en unos 700 millones de libras en 2014. Antes de su divorcio, se calcula que Hohn y su mujer donaron unos 2.000 millones de libras a causas filantrópicas.

En Reino Unido, Hohn también aprovechó otra privatización, la de Royal Mail, para realizar unos grandes beneficios tras la salida a bolsa de la empresa, de la que llegó a controlar el 5,8% del capital. Al igual que en Aena, la opinión pública criticó al Gobierno inglés por haber sacado a bolsa la corporación pública demasiada barata.

Evolución de las acciones de Aena desde su salida a bolsa

GRANDES INVERSORES, GRANDES BENEFICIOS

Otro accionista significativo que acumula fuertes plusvalías en Aena es el banco británico HSBC, que el 27 de febrero de 2015 declaró una participación de 4,8 millones de acciones, el 3,202% del capital. Posteriormente, elevó su presencia hasta el 3,755% y en abril de 2016 declaró el 5,249% (el 3,277% a través de acciones y el 1,972% a través de Equity Swaps).

Por su parte, el fondo de inversión Blackrock declaró en diciembre de 2015 el 2,899% del capital a través de un paquete de 4,34 millones de acciones. Desde enero de 2016, controla el 2,69% a través de 4,03 millones de acciones, mantiene en préstamo 348.730 acciones (0,232%) y controla otro 0,075% a través de CFDs.

Además, Deutsche Bank, el otro gran inversor declarado a la CNMV, controla el 4,39% del capital, el 2,129% a través de 3,19 millones de acciones y el 2,26% a través de swaps.

Morgan Stanley fue otro de los grandes inversores institucionales que acudió a la salida a bolsa de Aena, ya que declaró el 3,61% del capital en febrero de 2015 (5,42 millones de acciones). Posteriormente, redujo su presencia por debajo del 3% en marzo de 2015 (declaró un 2,2%) y ya no está obligado a declarar sus operaciones a la CNMV.

En un caso similar, Bank of America Merrill Lynch declaró el 3,9% del capital en febrero de 2015 y en marzo de 2015, fecha de su última comunicación, declaró poseer el 2%. Además, el fondo Fidelity declaró el 1,34% del capital tras la salida a bolsa y en marzo de 2015 redujo su presencia hasta el 0,998%.

¿ERROR HISTÓRICO DEL ESTADO?

En cuanto a la participación del Estado del 51% y a la venta del 49% por los mencionados 4.263 millones de euros, surgen dos cuestiones. La primera es si la valoración inicial que dieron los bancos colocadores fue acertada, en vista de la gran revalorización de sus acciones. Aunque es imposible anticipar cuál va a ser el precio de un activo de renta variable en el mercado, parece claro que la valoración inicial otorgada a Aena fue demasiada baja.

Es cierto que el Estado sigue controlando un 51% de las acciones, pero tan sólo con la subida inicial del 20% en el primer día de cotización, hubiera recaudado casi 850 millones de euros adicionales. Además, el hecho de que los inversores minoristas sólo pudieran comprar un reducido número de acciones (9% del capital) antes de la salida a bolsa también implica que los particulares no se beneficiaron de una manera mucho más amplia de la rentabilidad y los grandes beneficios que ha proporcionado Aena a los grandes inversores institucionales extranjeros. Sobre todo a uno, a Sir Christopher Hohn.

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