La compañía celebra junta de accionistas el próximo mes de junio y no ha incluido la posibilidad de unificar sus acciones en el orden del día
Los títulos de clase B de Abengoa (Abengoa B), que son los que ostenta la mayoría de minoritarios, llevan desde el 30 de abril sin negociarse en el transcurso de la jornada y no es hasta la subasta de cierre cuando se casan las órdenes de compra y venta. El volumen negociado durante estas sesiones en la subasta de cierre oscila entre 2 y 6 millones de títulos.
La Sociedad de Bolsas ha explicado a 'Bolsamanía' que la situación de Abengoa B se asemeja a la que vive Vértice 360. Ambas compañías han alcanzado el precio mínimo al que es posible cotizar (0,01 euros). Así pues, si las ordenes de venta sobre sus títulos superan a las de compra, se espera a la subasta de cierre para casarlas -dado que existe ese tope por abajo de 0,01 euros- y, en el transcurso del día, no se da ningún movimiento en los títulos. Por el contrario, si las órdenes de compra están por encima de las de venta, entonces las acciones salen de esa situación de estrangulamiento y se mueven a lo largo de la jornada con más o menos normalidad.
Dada esta circunstancia, cabe señalar que Vértice lleva prácticamente desde el 16 de marzo, cuando marcó los 0,01 euros, sin moverse a lo largo de la jornada y su operativa se limita a la subasta de cierre. Este lunes, sin embargo, sí que se está moviendo, mostrando una gran volatilidad, tras las últimas noticias que apuntan a la entrada, en breve, de un inversor institucional en su capital.
En cuanto a Abengoa, desde que sus títulos de clase B marcaran los 0,01 euros el 7 de julio del año pasado han vivido jornadas en las que sólo se han negociado en la subasta de cierre y sesiones en las que se han movido durante el día. Sin embargo, es preciso destacar que, desde el pasado 30 de abril, la presión vendedora se ha impuesto y las acciones de Abengoa B sólo se han negociado al cierre, permaneciendo en todo momento en esos 0,01 euros.
Abengoa no ha incluido la posibilidad de un 'contrasplit' en el orden del día de la junta general ordinaria de accionistas que se celebrará el próximo 25 de junio
UN 'CONTRASPLIT' QUE NO LLEGA
La complicada situación que atraviesan las acciones de Vértice y las de clase B de Abengoa, que tienen atrapados a sus accionistas, tiene dos posibles salidas. Por un lado, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) está en conversaciones con la Sociedad de Bolsas para que ésta revise el precio mínimo de negociación. Concretamente, la CNMV ha solicitado a la Sociedad de Bolsas "la conveniencia de revisar el precio mínimo de negociación a medio plazo, para evitar que situaciones puedan impedir la negociación ordenada de ciertos valores". En este sentido, fuentes de mercado han señalado a 'Bolsamanía' que la CNMV habría planteado a la Sociedad de Bolsas la posibilidad de eliminar este límite mínimo por abajo.
La otra forma de 'solucionar' esta situación es realizar un 'contrasplit', que consiste en una agrupación de acciones para aumentar el precio de éstas. En una actuación sin precedentes, y después de que la compañía anunciara una ampliación de capital, la CNMV propuso a Vértice que hiciera un 'contrasplit' para salir de la situación en la que se encuentra. Sin embargo, en la junta del 11 de mayo los accionistas de la compañía, casi por unanimidad, rechazaron esta opción.
Según han indicado fuentes del mercado a 'Bolsamanía', la CNMV también habría hablado con Abengoa para que ésta se plantee llevar a cabo un 'contrasplit'. Fuentes oficiales de la CNMV no han querido confirmar esta información. Con todo, la compañía no ha incluido esta posibilidad en el orden del día de la junta general ordinaria de accionistas que se celebrará el próximo 25 de junio.
En junio del año pasado, antes de llegar al precio mínimo de cotización de 0,01 euros, la junta de accionistas de Abengoa incluyó en el orden del día la votación de un 'contrasplit' en la proporción de una acción nueva por cada cinco antiguas. La propuesta, sin embargo, no se aprobó por falta de quórum.