Los principales acreedores ha sumado adhesiones de bonistas y entidades bancarias tenedoras de más del 75% de la deuda
El plan de reestructuración financiera diseñado por Abengoa y los principales acreedores ha sumado adhesiones de bonistas y entidades bancarias tenedoras de más del 75% de la deuda, de modo que la empresa podrá evitar el que habría sido el mayor concurso de acreedores hasta la fecha en España.
Fuentes conocedoras del proceso indicaron a Europa Press que, con datos todavía provisionales, se ha superado ya el porcentaje de adscripciones necesario para sacar adelante el plan de reestructuración financiera y de viabilidad empresarial. A las 6.00 horas de este martes se cerró el plazo para que los bonistas suscribiesen al plan, mientras que el resto de los acreedores tiene tiempo hasta el cierre esta tarde de la notaría.
Las fuentes explican que la adhesión ya contaba con un apoyo suficiente de los acreedores bancarios, de modo que el interés de los bonistas se presentaba como el factor clave para determinar el éxito del proceso. El proceso de adhesión al plan de reestructuración de Abengoa alcanzado en agosto ha concluido este martes y supone el principal hito para evitar el concurso de acreedores de la compañía.
La empresa ya logró una prórroga en las negociaciones de siete meses por parte del juzgado de lo mercantil número dos de Sevilla
Abengoa confirma que ha alcanzado "holgadamente" el apoyo de sus acreedores al plan de reestructuración. Las acciones de Abengoa tipo B han subido un 1,36%, mientras que las tipo A han caído un 3,26%.
Al contar con el apoyo suficiente de los acreedores, el plan de reestructuración permitirá a la empresa disponer de una ruta para su futura viabilidad y cerrará el proceso iniciado hace casi un año, en noviembre de 2015, cuando solicitó el preconcurso acuciada por una deuda de casi 9.000 millones de euros.
En abril, la empresa ya logró una prórroga en las negociaciones de siete meses por parte del juzgado de lo mercantil número dos de Sevilla, lo que le permitió ganar tiempo en sus esfuerzos por evitar el concurso. Los términos de la reestructuración consisten en aplicar a los acreedores una quita del 97% en el valor nominal, manteniéndose el 3% con su vencimiento a 10 años, sin devengo anual de intereses y sin posibilidad de capitalización.
No obstante, los acreedores pueden optar por la alternativa de capitalizar el 70% del nominal del total de la deuda existente a cambio del 40% del accionariado de la nueva Abengoa, de manera que el 30% restante de la deuda se convertirá en un bono o préstamo que tendrá la consideración de senior o júnior en función de si la entidad participa o no en los tramos de dinero nuevo.
Los actuales accionistas verán diluida su participación hasta el 5%, mientras que los inversores que inyecten dinero nuevo se quedarán con el 55% del capital. Para conseguir el objetivo de esquivar de manera definitiva el concurso de acreedores, la compañía necesita en el periodo de adhesión el visto bueno de los tenedores de al menos un 75% de la deuda.