El beneficio neto de la cervecera retrocedió hasta los 956 millones de dólares
La mayor cervecera del mundo, Anheuser-Busch InBev (AB InBev), se ha hundido este jueves en bolsa tras reducir su dividendo a la mitad para hacer frente a una deuda de 109.000 millones de dólares que se vio incrementada por la adquisición de su rival SABMiller en 2016.
La compañía ha caído cerca de un 10,4%, registrando su mayor descenso desde 2008 y dando al traste con 16.000 millones de euros de su valor de mercado. El fabricante de Budweiser apuntó a la devaluación de las monedas de los mercados emergentes, y señaló que está frenando los beneficios después de que las ventas crecieran en el tercer trimestre al ritmo más lento en más de un año.
Los ingresos de la compañía cayeron hasta los 13.280 millones de dólares desde los 14.740 millones en el tercer trimestre, mientras que el beneficio neto retrocedió hasta los 956 millones de dólares en comparación con los 2.060 millones del mismo periodo de hace un año.
AB InBev, hasta ahora el pagador de dividendos más generoso de la industria de las bebidas y los alimentos, se ha visto afectado por la fluctuación de las divisas, incluyendo la pérdida de la mitad del valor del peso argentino este año. El director financiero de la compañía, Felipe Dutra, ha señalado que han optado por ser prudentes. "Si el mundo demuestra que éramos demasiado conservadores, siempre podremos acelerar el ritmo al que se espera que crezcan los dividendos", alegó. El director financiero agregó que no hay "ninguna correlación" entre las subidas de tipos en EEUU y el recorte de dividendos, ya que el 93% de la deuda de la empresa es fija y los vencimientos están ampliamente repartidos a lo largo de varios años.
"Vemos la volatilidad y queremos ser proactivos", dijo Dutra. Las presiones colectivas en países como Sudáfrica, Argentina y Brasil han hecho que el entorno sea más duro, según el director financiero.