En el limbo y con un Ejecutivo 'cojo'... la gobernabilidad parece complicada tras el 23J
Las elecciones del pasado 23 de julio han dejado un escenario poco halagüeño en España, al menos en lo que a gobernabilidad se refiere. El PP, pese a ganar las elecciones, tiene pocas opciones de formar gobierno dada la falta de apoyos con la que cuenta, y una unión solo con Vox no es suficiente. Por su parte, el bloque de izquierdas, PSOE y Sumar, podrían lograrlo, aunque necesitarían el apoyo de partidos regionales que ya están poniendo un alto precio. Se espera, por tanto, meses de largas negociaciones que dejarán al país en el limbo y con un Gobierno 'cojo' que no podrá hacer frente a los problemas económicos más acuciantes.
Así lo creen los estrategas de Rabobank, que han analizado las consecuencias económicas de las elecciones. En concreto, apuntan que la situación de 'bloqueo' en la que parece haber entrado España tras los comicios tendrá un impacto a corto plazo "probablemente pequeño".
Eso sí, es posible que el crecimiento se ralentice tras dos años de bonanza, ya que la recuperación tras la pandemia "se está desvaneciendo" y los tipos de interés más altos "están empezando a hacer mella". Aunque, remarcan, en cualquier caso "se prevé que el crecimiento siga siendo decente".
Sin embargo, alertan, si la formación de un nuevo gobierno se alarga "la inercia política podría resultar perjudicial, ya que hay algunos retos importantes que deben abordarse". En concreto, remarcan, "sin ser exhaustivos hay tres retos importantes que merece la pena mencionar" y que se enquistarán si no se resuelve pronto esta cuestión:
1. La escasez de agua
El primero de estos problemas, mencionan los expertos del banco holandés, es el calor y las sequías. "Los agricultores que deben racionar el agua y limitar los riegos en detrimento de los cultivos, los hogares que deben lidiar con la escasez de agua que corre por sus grifos y la biodiversidad, por nombrar algunas víctimas, están sufriendo", y esta situación, comentan, requiere una solución que no puede tarde en llegar meses.
2. El elevado desempleo estructural
Como segundo problema, estos analistas mencionan el desempleo estructural y juvenil muy elevado que tiene España (de alrededor del 10% y del 28%, respectivamente). "Esto puede atribuirse, al menos en parte, a un gran desajuste en el mercado laboral con respecto a las habilidades y el conocimiento", remarcan. Y aunque la formación profesional "suele citarse como un punto débil", los diferentes gobiernos "han reconocido este gran desafío".
Pero, comentan desde Rabobank, para resolverlo "se requiere atención continua y, lo que es más importante, acción para abordarlo". "Esto será cada vez más importante a medida que la población española envejezca, y se espera que la población en edad laboral disminuya a partir de este año, según datos de la ONU", alertan estos expertos.
3. La debilidad de las finanzas públicas
"El último desafío que vale la pena mencionar es el gran déficit presupuestario y la deuda de España", dicen. Obviamente, indican, "parte de esto se remonta a la pandemia y la crisis energética, y parte se resolverá 'automáticamente' a medida que pase el tiempo".
No obstante, con el aumento de los tipos de interés, la desaceleración del crecimiento económico y de los ingresos y la reanudación de las reglas presupuestarias europeas el próximo año, "se requiere una política discrecional para evitar medidas más dolorosas en el futuro".
PRÓXIMOS PASOS
En cualquier caso, en Rabobank consideran que estos problemas requieren rápidas soluciones, aunque sus expertos no esperan que vayan a llegar, si es que lo hacen, con la prontitud necesaria.
"Mientras que el nuevo Parlamento se constituirá el 17 de agosto, no se ha fijado ningún plazo para las negociaciones sobre la formación de Gobierno. Lo más probable es que el Rey deje que Alberto Núñez Feijóo, del PP, intente primero reunir los apoyos suficientes y, si fracasa (como parece probable), Pedro Sánchez podrá intentarlo", explican.
Pero "si ambos fracasan, habrá que convocar nuevas elecciones en un plazo de dos meses tras la primera votación de investidura, que por tanto lo más probable es que inicie Feijóo". Por eso, comentan, se prevén largas negociaciones y "no se descartan nuevas elecciones".