Se ha mostrado contrario a una mayor relajación monetaria
El presidente del Bundesbank y miembro del consejo del Banco Central Europeo (BCE), Jens Weidmann, reconoce que la economía alemana se ha debilitado pero considera que es demasiado pronto para un estímulo económico importante por parte del BCE.
En su primera entrevista después de haber perdido la carrera para presidir el BCE, que finalmente ha ganado Christine Lagarde, Weidmann se ha mostrado contrario a una mayor relajación monetaria y, en particular, a nuevas compras de bonos por parte del banco central.
"El panorama actual es particularmente incierto", dijo en una entrevista al semanario alemán Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung (FAS). "Pero no debemos rendirnos al pesimismo o al activismo", añadió.
Según el alemán, los "estabilizadores automáticos", como los subsidios de desempleo, deberían ser las primeras medidas en caso de una mayor debilidad económica y, aunque el gobierno alemán tenga margen fiscal, no ve la necesidad de un programa a gran escala.
El BCE está estudiando un nuevo paquete de medidas de estímulo que se espera que incluya un recorte de los tipos de interés, la reanudación de su programa de compra de bonos y la promesa de mantener abierto el grifo del dinero durante mucho tiempo.
Weidmann, un 'halcón' que en el pasado criticó la política de dinero fácil del BCE bajo la dirección de Mario Draghi y que durante mucho tiempo se postuló para reemplazarlo, dijo que quienes toman las decisiones sobre los tipos no deberían temer decepcionar a los inversores que esperan más generosidad.
"La cuestión es si son necesarias nuevas medidas basadas en nuestras perspectivas de inflación, sobre todo si los efectos secundarios aumentan y la eficacia disminuye", dijo Weidmann. "Sabe que soy particularmente cauteloso con las compras de bonos del gobierno", añadió. Sin embargo, también reconoció que los tipos aún no han caído tanto como para hacer más mal que bien a la economía.