Según recogen las perspectivas del mercado inmobiliario español elaboradas por ING
Aunque parece descartado un desplome y es probable que España supere la media de la eurozona, el mercado inmobiliario español vivirá una desaceleración este año. Precios estancados y posiblemente cayendo en la primera mitad del año debido al fuerte aumento de los tipos de interés y al endurecimiento de las condiciones crediticias, sumado a un debilitamiento de la demanda. Estas son las perspectivas del mercado inmobiliario español de ING.
En detalle, los expertos de la entidad prevén que el mercado inmobiliario español haga frente a una recesión en 2023. Sin embargo, no se espera que España experimente un colapso como lo hizo durante la crisis financiera. De hecho, proyectan que el mercado supere el promedio de la eurozona.
En cuanto a la evolución de los precios, estiman que el crecimiento se estancará este año. En 2022, los precios de la vivienda en España subieron una media del 7,4%, según las cifras de Eurostat. "Sin embargo, se espera que esta tendencia termine en 2023" y "se anticipa que las condiciones crediticias se volverán más estrictas y las tasas de interés seguirán aumentando en 2023, lo que en última instancia ralentizará el impulso del mercado inmobiliario", apuntan.
Así, en ING pronostican que el precios permanecerán estancados a lo largo de 2023, incluyendo una posible caída en la primera mitad de año. "Si bien la caída de los precios nominales será limitada, es probable que la caída de los precios en términos reales sea mucho mayor: se espera que los precios de la vivienda ajustados a la inflación caigan un 7% en tres años".
De cara a después de 2024, ven poco probable que los precios de la vivienda sigan subiendo tan rápidamente como en los últimos años, ya que ha desaparecido el apalancamiento de la caída de los tipos de interés. "Dado que es poco probable que volvamos a los tipos de interés extremadamente bajos del pasado, esto puede marcar el final del rápido crecimiento de precios observado durante la última década", añaden.
En cuanto a la demanda, y después de mantenerse fuerte en 2022 a pesar de un aumento significativo en las tasas hipotecarias, se proyecta un debilitamiento gradual en 2023. "La razón principal es el aumento de los tipos de interés, cuyo impacto se sentirá cada vez más. Una caída en el crecimiento económico y el efecto de la alta inflación en el poder adquisitivo también contribuirán a la desaceleración del mercado", explican los expertos.
Además, señalan diversos factores que impulsaron el mercado inmobiliario el año pasado y desaparecerán este año: "La demanda de vivienda el año pasado probablemente fue impulsada por familias que utilizaron sus ahorros acumulados durante la pandemia para comprar una casa. Además, muchos compradores pueden haber acelerado su decisión de compra el año pasado para adelantarse al aumento de los tipos de interés. Sin embargo, se espera que estos factores pierdan impulso este año. Por último, un mayor endurecimiento de las condiciones crediticias también debilitará la demanda".