Las cifras han llegado a tener una diferencia de 1,3 millones de personas en el peor momento de la crisis
Las cifras de paro en España varían de forma abismal según la fuente utilizada. Las dos métricas oficiales son el paro registrado que publica todos los meses el Servicio Público de Empleo (SEPE, antiguo INEM), y el desempleo estimado en la Encuesta de Población Activa (EPA) que cada tres meses da a conocer el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Los datos de paro registrado del Servicio Público de Empleo (SEPE, antiguo INEM), dependiente del Ministerio de Empleo y la Seguridad Social, que se publican el segundo día hábil de cada mes. La Encuesta de Población Activa (EPA) del Instituto Nacional de Estadística (INE), que se publica durante el mes siguiente a terminar cada trimestre. Las dos cifras nunca coinciden. En el peor momento de la crisis, la brecha llegó a alcanzar los 1,3 millones de personas. En marzo de 2013, ¿había 6,3 millones de desempleados como mostró la EPA o 5 millones como publicó la Seguridad Social?
La diferencia se basa en el cálculo. Por una parte, el paro registrado contempla únicamente a las personas inscritas en las oficinas públicas de empleo (SEPE, antiguo INEM) en demanda de trabajo el último día hábil del mes. Excluye a las personas en búsqueda de empleo pero sin posibilidad de incorporación inmediata, que buscan un trabajo específico o que rechazan las políticas activas de empleo. Tampoco están incluidos los desempleados no registrados en una oficina.
Asimismo, hay personas incluidas en el paro registrado que no computan en la EPA. Por ejemplo, personas que están dadas de alta en una oficina para algún beneficio con el que es obligatoria la inscripción o prejubilados que cobran una prestación de desempleo.
En el caso de la Encuesta de Población Activa (EPA), es una investigación de muestra, continua y de periodicidad trimestral, dirigida a las viviendas familiares. Participan un total de 63.000 hogares. Los parados que contempla la EPA son las personas de 16 años o más que durante la semana de referencia han estado sin trabajo, disponibles para trabajar y buscando activamente empleo. Una persona puede considerarse en desempleo por el INE sin estar inscrita en una oficina pública de empleo, lo que supone la principal diferencia con el paro registrado.