Las aerolíneas no son responsables, ya que estos casos se tratan como "circunstancias excepcionales"
La apertura de fronteras conlleva realizar controles sanitarios a los viajeros que pasan por los aeropuertos. En España, esto afecta tanto a los que pretenden salir al extranjero como a los turistas los que llegan a nuestro país, lo que está provocando que en ocasiones se formen largas colas. Pero, ¿qué pasa si en ese tiempo perdemos el vuelo? Las aerolíneas se lavan las manos, con lo que el usuario puede ir olvidándose de recibir indemnización.
Las compañías pueden agarrarse al reglamento correspondiente para alegar que esto se trata de una "circunstancia excepcional" y así evitar hacerse responsables de la pérdida del vuelo. De esta manera, quedan exoneradas del pago de la compensación, ya que quedan fuera del ámbito de decisión de la compañía aérea. Como explican desde Reclamador, "se trata de un supuesto de fuerza mayor, y por lo tanto no es susceptible de indemnización".
Puede darse el caso también de que el vuelo salga con retraso por esperar a algún pasajero atrapado en un control sanitario. Es cierto que es raro que esto ocurra, salvo que todos los pasajeros de un vuelo o la gran mayoría de ellos estén retenidos en el control. Aquí, la aerolínea puede optar por esperar si la alternativa es volar con el avión medio vacío. "En estos supuestos sí podríamos encontrarnos con la responsabilidad de la compañía, puesto que esa decisión es propia y obedece a sus criterios de rentabilidad, sin que los pasajeros que sí embarcaron a tiempo deban verse perjudicados por ello", señalan.
No obstante, tendrán que ser los tribunales, en última estancia, los que decidan si los pasajeros tienen o no el deber de soportar las posibles consecuencias por las esperas provocadas en estos controles cuyo fin es intentar salvaguardar la salud, además de la obligación de soportar el daño que es una de las excepciones por las que la Administración no responde de su actuación, puntualiza la plataforma online de servicios legales.
Así, si el viajero decidiera reclamar, tendría que dirigirse a AENA y presentar la queja en su contra, puesto que las medidas de control sanitario vienen fijadas por el Ministerio de Sanidad, siendo el Estado el que ostenta la competencia sobre los aeropuertos, que gestiona a través de esta compañía.