AFI apunta a la longevidad como el principal problema de sostenibilidad de las pensiones públicas
Una persona que se jubile hoy perderá 350 euros mensuales de poder adquisitivo por las reformas realizadas en 2011 y 2013. Esta es una de las principales conclusiones del estudio “Soluciones para la jubilación” de los Analistas Financieros Internacionales (AFI). De esta manera, apuntan a la necesidad de tener rentas complementarias para no perder ese poder adquisitivo, ya que, asegura, el impacto macroeconómico sería “severo”.
José Antonio Herce, co director del estudio y profesor asociado de AFI, ha señalado durante la presentación del estudio que con la pérdida de 350 euros mensuales el impacto sería de 20.000 millones de euros y 330.000 empleos perdidos (de media entre 2017 y 2035). Así, ha señalado que las pensiones públicas no son sostenibles por la longevidad: “Cada vez vivimos más años y no veo otro problema”, ha señalado Herce. En el conjunto del periodo 2017-2035, AFI cifra el impacto anual de la reducción de las pensiones públicas en 20.100 millones de euros en términos de valor añadido bruto, el equivalente a un 1,5% del PIB en media cada año.
Ante esta situación, Herce ha asegurado que “estamos a tiempo de cambiar el problema, aunque la tendencia lineal de mayor esperanza de vida es imparable”. Además, ha explicado que “tenemos un problema de sostenibilidad si nos empeñamos en mantener la edad de jubilación a los 65 años con esta tendencia a la longevidad”. Por este motivo, se ha mostrado rotundo al decir que “no habrá pensiones si no son sostenibles”.
AFI cifra el impacto anual de la reducción de las pensiones públicas en 20.100 millones de euros en términos de valor añadido bruto
Herce ha insistido en que el problema de la sostenibilidad de las pensiones no está en la escasez de cotizantes futuros ni en la inmigración, sino en que la esperanza de vida es cada vez mayor. Otra de las conclusiones del estudio es que el 26,2% de una generación sobrevive a los 91 años y que a los 81 años la esperanza de vida aún es de 9,1 años más.
Un trabajador que se jubile a los 67 años necesita haber ahorrado 63.400 euros para poder mantener su poder adquisitivo ante la rebaja de la pensiones que han traído las reformas de 2011 y de 2013. Según el estudio, para compensar la pérdida mensual de renta de las pensiones públicas, bastaría con un capital equivalente a un tercio del patrimonio inmobiliario de un trabajador representativo de 65 años.
LAS RENTAS VITALICIAS PARA NO PERDER ESE PODER ADQUISITIVO
AFI parte de la idea de que quien se jubila hoy vivirá de media 20 años más y deberá afrontar el impacto de los cambios en el cálculo de la pensión, como el factor de sostenibilidad o la desvinculación de la inflación. En este sentido, José Antonio Herce ha señalado que las rentas vitalicias son un instrumento para complementar la pensión pública de jubilación. Pilar González de Frutos, presidenta de Unespa, ha explicado que no son una alternativa a los planes de pensiones, sino un complementario. En las rentas vitalicias, el jubilado “compra una renta para tener un dinero durante toda la vida”, ha apuntado González de Frutos.
Herce considera que este instrumento no sólo beneficia al jubilado, sino que también alivia las presiones que existen sobre el sistema público. En el estudio se estima que unos 63.000 euros sería suficientes para afrontar la constitución de una renta vitalicia que compense la pérdida de esos 350 euros mensuales.
“La renta vitalicia es una opción para sobrevivir a los ahorros, que es lo que más preocupa a la gente más mayor”, ha asegurado la presidenta de Unespa. La persona que contrata la renta vitalicia puede destinar varios recursos a ella. Por ejemplo, la vivienda principal o secundaria, depósitos, fondos y acciones o licencias. Las rentas vitalicias permiten convertir el patrimonio en una renta que complemente mes a mes la pensión pública. Según los datos del Banco de España, el 82% de las familias españolas poseen la vivienda en la que residen y que el 95,5% de los hogares encabezados por jubilados tienen su vivienda íntegramente pagada.
Asimismo, el jubilado puede contratar un producto con menos renta mensual para dejar algo a los herederos. “Si conforme pasan los años se necesita más dinero mensual, el jubilado puede negociar que su renta sea mayor y dejar menos herencia”, ha explicado Pilar González de Frutos.
A cierre de 2017, 17.754 personas transformaron su patrimonio en rentas vitalicias, lo que supone 1.611 millones de euros. La rentabilidad media que da este producto es del 1,5% y la edad media del poseedor de renta vitalicia es de 72 años.