El ejército turco se levantó contra el Ejecutivo en la noche del 15 al 16 de julio
La noche del 15 al 16 de julio ha quedado marcada en el imaginario colectivo de Turquía. El ejército trató de tomar las instituciones para derrocar al Gobierno de Recep Tayyip Erdogan, pero fracasó en su intento. Un mes después del levantamiento militar, ya son casi 80.000 las personas detenidas o despedidas de su trabajo, mientras que en el mercado la lira y la Bolsa de Estambul cotizan con importantes retrocesos desde en medio de la incertidumbre.
A última hora del 15 de julio comenzaron a llegar las primeras informaciones sobre un intento de golpe de Estado en Turquía, que el propio Gobierno confirmó tras unos inesperados movimientos de tropas en Ankara y el paso rasante de aviones del Ejército por la capital. Los militares llegaron a controlar varias instituciones así como el aeropuerto internacional de Atatürk en Estambul, cerraron los dos puentes sobre el Bósforo, y aseguraron haber tomado el control del país “para garantizar la democracia”.
Erdogan, que en los últimos años ha tomado medidas contra la libertad de uso de las redes sociales, acudió a éstas para pedir al pueblo turco impedir el triunfo del golpe militar. Y así fue. Miles de personas se echaron a la calle para detener el avance y las operaciones de los militares. Avanzada la madrugada, el levantamiento había fracasado, dejando tras de sí 240 fallecidos.
En medio de la incertidumbre que golpea al país otomano, la Bolsa de Estambul se desploma en un mes un 5%
Desde el día siguiente comenzaron los movimientos del Ejecutivo turco contra los supuestos organizadores, participantes o instigadores del golpe. Los detenidos se cuentan ya por decenas de miles. En concreto, cerca de 18.000 personas fueron detenidas en los primeros días, y más de 60.000 soldados, policías, jueces, profesores y otros funcionarios han perdido su puesto de trabajo, según informaciones de Reuters.
CAÍDAS EN RESPUESTA A LA INCERTIDUMBRE
En un año que estaba siendo complicado para las bolsas con el miedo al frenazo del crecimiento global o la vorágine del Brexit, la Bolsa de Estambul se movía con ganancias en el acumulado del año. Hasta el cierre del viernes 15 de julio, antes de conocerse la intentona golpista, el índice XU 100, principal selectivo del parqué turco, se anotaba en torno a un 10% en el acumulado de 2016. Sin embargo, en medio de la incertidumbre que golpea al país otomano, se desploma en un mes un 5%, borrando así la mitad de las ganancias que había cosechado en algo más de la primera mitad del año.
El movimiento inicial fue aún más brusco con la divisa. La lira turca llegó a perder un 7% frente al dólar en las primeras horas. La ola de ventas se extendió durante la noche del intento de golpe de Estado y durante la siguiente sesión. Sin embargo, desde entonces ha recuperado parte de estas pérdidas y se corrige ya 'sólo' un 1,8% desde el levantamiento militar, y se deja un 0,4% en 2016.