La hostelería también exige una extensión de los expedientes de regulación de empleo hasta diciembre
El plan de reactivación del turismo tras la pandemia, presentado este jueves, se ha encajado con aceptación pero no ha despertado el entusiasmo que cabría esperar en un sector que representa el 12% del PIB y que ve cómo la recuperación tardará en llegar. Las medidas convencen a patronales, sindicatos y administraciones, mientras los empresarios siguen reclamando una prórroga de los ERTE que el Gobierno da por hecha y, sin embargo, todavía no está atada. Cerca de 150.000 empresas del sector que se han acogido a esta medida aún no saben qué pasará con sus trabajadores a finales de mes.
El escollo que CEOE y el Ejecutivo de Pedro Sánchez han encontrado para rubricar un acuerdo de la extensión es la duración de la misma. Fuentes conocedoras explican que la patronal sigue buscando que se prolonguen hasta el 31 de diciembre, una medida que especialmente en el turismo y la hostelería asegura la supervivencia de numerosas empresas, aseguran. Moncloa, en cambio, sólo se aviene a una ampliación hasta el 30 de septiembre, una decisión que se dejará en el camino más de 500.000 empleos y 200.000 empleadores, según datos de la Asociación de Trabajadores Autónomos.
En concreto, en el borrador enviado a los agentes sociales para su negociación se recogía que los ERTEs de fuerza mayor derivados del Covid-19 mantendrán su vigencia mientras existan restricciones que impidan o limiten la plena actividad de las empresas, englobando entre dichas restricciones las limitaciones a la movilidad, aforos y equivalentes y las medidas de prevención y contención sanitaria vinculadas al coronavirus. En todo caso, se precisa que la vigencia de estos ERTEs finalizará el 30 de septiembre.
También que el Ejecutivo mantendrá hasta el 30 de septiembre la "prohibición" que estableció al despido por causas objetivas, lo que en la práctica supone encarecer la indemnización a 33 días por año trabajado, frente a los 20 de los despidos procedentes. Al mismo tiempo, se propone mantener también hasta el 30 de septiembre la suspensión de los contratos temporales, incluidos los formativos, de relevo e interinidad, lo que supone de facto prorrogar estos contratos aunque el empresario quisiera rescindirlos.
De acuerdo con el borrador del Ejecutivo, las empresas y entidades afectadas por los ERTEs deberán proceder a reincorporar a los trabajadores, primando los ajustes en términos de reducción de jornada, y no podrán efectuarse horas extraordinarias ni concertarse nuevas contrataciones si la empresa tiene algún trabajador en el ERTE.
Pero el turismo quiere prolongar estas medidas hasta finales de año. Así, uno tras otro, los agentes sociales que han participado en la puesta de largo del 'Plan de Impulso del Sector Turístico', han abordado la cuestión y han trasladado un mensaje claro: urge ampliar los ERTE porque es una cuestión fundamental. "Es la cuestión", ha enfatizado la presidenta de CEOE Internacional y del Consejo de Turismo, Cultura y Deporte de CEOE, Marta Blanco, ya que "la salvación del turismo pasa por los expedientes de regulación de empleo”.
La respuesta del jefe del Ejecutivo ha sido que "han venido afortunadamente, para quedarse” y que se trata de un elemento de flexibilidad ante circunstancias exógenas como la que ha ocurrido por la pandemia, que supone una alternativa a los despidos que se produjeron en anteriores crisis.
LOS HOSTELEROS TAMBIÉN RECLAMAN
Hostelería de España, organización empresarial que representa a más de 270.000 restaurantes, bares, cafeterías y pubs, por su parte, ha mostrado su "disconformidad" con el plan del turismo, al tiempo que han calificado de "insignificante" la dotación de 4.262 millones de euros.
En concreto, la patronal hostelera considera que este plan "no resuelve lo más urgente y necesario" para el sector del turismo como es la extensión de los Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTEs) por fuerza mayor hasta finales de año, una "medida de carácter urgente" para el sector.