¿A qué se debe la baja representación de España en las instituciones europeas?
El fracaso de Guindos en el Eurogrupo pone de manifiesto la infrarrepresentación española
- España intentará volver al BCE en 2018, cuando quede vacante la vicepresidencia
- La elección no responde a cuotas, sino a la cualificación de los candidatos
El holandés Jeroen Dijsselbloem fue reelegido el martes, 13 de julio, como presidente del Eurogrupo. Su rival en la votación fue el ministro español de Economía y Competitividad, Luis de Guindos. Tanto el propio De Guindos como el Gobierno central esgrimieron la baja representatividad de España en las instituciones europeas como una de las razones para apoyar la candidatura del ministro.
Esta queja ha vuelto a poner sobre la mesa el debate sobre el reparto de poderes en la Unión Europea. Tras el fracaso de De Guindos, España demandó un puesto en el Banco Central Europeo, un organismo en cuya ejecutiva no tiene representación, pese a ser la cuarta economía de la zona euro (tras Alemania, Francia e Italia). En concreto, la vicepresidencia, que quedará vacante en 2018.
España perdió su asiento en Consejo de Gobierno del BCE en 2012, tras la salida de José Manuel González Páramo. Según el ministro De Guindos, esta situación se debió a la "debilidad económica y política" del país en aquellos años.
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ESPAÑA EN LAS INSTITUCIONES EUROPEAS
Pero, ¿cuál es realmente la representación de España en las instituciones comunitarias? Desde la Comisión Europea, señalan a Bolsamanía que actualmente hay cuatro directores generales - de un total de 35 - y dos vicedirectores españoles - de 34 -.
Además, el exministro Miguel Arias Cañete es actualmente comisario de Energía. Su jefa de gabinete, Cristina Lobillo, también es española. A ella se suma Mikel Landabaso, jefe de Gabinete de la comisaria de Política Regional, Corina Cretu.
Los jefes de gabinete y los directores y vicedirectores generales son los cargos más altos que hay en la Comisión. Desde esta institución explican que se trata de un “organismo supranacional” en el que “todos trabajan para el interés comunitario, no para su país de origen”.
El reparto asientos no se rige por cuotas nacionales, sino por quién está más cualificado para el puesto
Además, España ocupa 54 de los 750 escaños del Parlamento Europeo; tiene un juez en el Tribunal de Justicia, que reserva una plaza para cada Estado; un miembro en el Tribunal de Cuentas, que también está compuesto por un miembro de cada país, y 21 representantes tanto en el Comité de las Regiones (de un total de 350) como en el Comité Económico y Social (de un total de 353).
Según Vicente Garrido, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Rey Juan Carlos, reconoce que la representación de España en las instituciones es baja. Sin embargo, esta situación “ha ido variando, cada vez va a mejor”.
Desde la Comisión Europea, indican que el reparto no se rige por cuotas nacionales, sino por quién está más cualificado para el puesto. En esta línea, Garrido señala que, en muchas ocasiones “no hay candidatos españoles o no cumplen con los requisitos”, por lo que la plaza no se reserva al país, sino que se entrega según las “cualificaciones y procedimientos internos”.
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