La 'tasa Tobin' únicamente gravará la compra de acciones, pero no la venta

En un primer momento, Hacienda se refirió a las operaciones de compraventa, lo que generó confusión

Irene Hernández
Bolsamania | 20 feb, 2020 06:00 - Actualizado: 13:39
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El impuesto sobre transacciones financieras que aprobó este martes el Consejo de Ministros, la denominada como 'tasa Tobin', solo afectará a la compra de acciones, mientras que las operaciones de venta estarán exentas, según confirma un portavoz del Ministerio de Hacienda. Pese a que, en un primer momento, el departamento se refirió a todas las operaciones de compraventa, el proyecto de Ley establece que este impuesto lo tendrán que pagar únicamente los compradores.

El comprador tendrá que hacer frente a ese gravamen del 0,2% sobre el importe de las adquisiciones de acciones españolas. Concretamente, solo se someterán a tributación las acciones emitidas en España de empresas cotizadas cuya capitalización bursátil sea superior a 1.000 millones de euros. No se gravará la compra de acciones de pymes, ni de empresas no cotizadas. También quedan excluidos del tributo la deuda, tanto la pública como la privada, y los derivados (futuros y opciones).

Asimismo, entre las adquisiciones que estarán exentas de dicho gravamen se encuentran las operaciones del mercado primario, es decir, la salida a Bolsa de una compañía, así como las necesarias para el funcionamiento de infraestructuras del mercado, las de reestructuración empresarial, las que se realicen entre sociedades del mismo grupo y las cesiones de carácter temporal.

En un primer momento, se generó bastante confusión en las redes sociales sobre si también se aplicaba a las ventas; muchos inversores consideraban que se trataba de "una nueva comisión" que se añadiría a la del broker y a los cánones de bolsa. Esta confusión estuvo alimentada por algunos tweets oficiales, como el que se adjunta del Ministerio de Hacienda.

Pero ya ha quedado claro que solo tributarán las compras, en línea con la referencia del Consejo de Ministros, que ayer definía la tasa como "un impuesto indirecto que grava con un 0,2% las operaciones de adquisición de acciones de sociedades españolas".

LA DIFÍCIL ARMONIZACIÓN EUROPEA

No solo España aplicará este impuesto, si es que llega a aprobarse finalmente el proyecto de ley tras decaer en la pasada legislatura por el adelanto electoral. Otros países como Francia, Italia o Reino Unido tienen una norma similar, mientras que Alemania prevé ponerla en marcha el próximo año.

Desde hace unos años, Austria, Alemania, Bélgica, Estonia, Eslovenia, Eslovaquia, Francia, Grecia, Italia, Portugal, además de España, se comprometieron a plantearse la aplicación de esta tasa a nivel europeo siguiendo la tendencia de organismos como la Comisión Europea, que cree en la necesidad de crear un impuesto para gravar las operaciones realizadas por entidades financieras. El problema que señalan todos los expertos es que, si no se armoniza la tasa a nivel mundial -o, al menos, europeo-, el dinero se irá de los países donde exista el impuesto hacia aquellos donde no se aplique.

Las previsiones del Gobierno apuntan a que, gracias a la 'tasa Tobin', se recaudarán 850 millones de euros. Sin embargo, desde ciertos organismo e instituciones discrepan de esta cifra. El Ministerio de Hacienda tiene previsto publicar cada año la lista de compañías cuyas acciones están sujetas a la tasa, para que los inversores puedan conocer a qué operaciones afecta y a cuáles no. A falta de su tramitación correspondiente en el Congreso, entrará en vigor tres meses después de que se haya publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

La idea original de esta tasa fue del Premio Nobel de Economía James Tobin, que propuso en los años 70 la creación de un impuesto que gravase con un 0,5% los movimientos especulativos de divisas. En los años 90, reapareció transformada pretendiendo gravar las transacciones financieras internacionales en su conjunto, planteando tributar con un 0,1% la compraventa de acciones y con un 0,01% las operaciones con derivados.

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