El mercado descuenta un 90% de posibilidades de que el Comité de Política Monetaria de la entidad incremente el precio del dinero
Agosto es el mes. El mercado es casi unánime y descuenta un 90% de posibilidades de que el Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés) por fin eleve los tipos de interés. Será la segunda subida en más de una década y la primera vez que el banco central eleva el precio del dinero por encima del 0,5% desde el inicio de la crisis financiera. Y lo hará porque la prevención lo es todo ante un Brexit que puede dinamitar la economía si la cosa sale mal.
La decisión de incrementar las tasas en un cuarto de punto, hasta el 0,75%, llega tarde este 2018. Después del primer auge en más de 10 años de noviembre de 2017, el mercado había anticipado que el siguiente paso en la senda de la normalización se produjera a inicios de 2018, con el objetivo de dejar margen para más subidas antes de que llegue la fecha del Brexit.
Este sentimiento se vio alimentado por las declaraciones del gobernador de la entidad Mark Carney, quien se ‘lanzó a la piscina' a principios de año asegurando "mayores y más rápidas medidas" para recuperar la senda de la normalización monetaria. Una promesa que aún no se ha cumplido, con una inflación que frenó su caída en mayo (+2,4%) tras cuatro meses seguidos de caídas consecutivas. En junio se ha mantenido estable, pero el resto de las referencias macroeconómicas no decantan la balanza precisamente del lado de los ‘halcones’.
“Con unas condiciones ya muy agitadas en las que el factor del Brexit protagoniza los desvelos de los miembros del Comité de Política Monetaria del BoE, los débiles datos macro podrían socavar las posibilidades de que finalmente se revisen los tipos al alza, tal y como el mercado espera desde hace meses”, indica Laith Khalaf, analista de Hargreaves Lansdown. No obstante, los expertos de Danske Bank se fijan en la tasa de desempleo, que se mantienen por debajo del 4,25%, y en los indicadores de actividad para afirmar que sí se producirá el incremento.
El banco central “ansía” elevar el precio del dinero es para “armarse de munición en caso de que el Brexit provoque una debacle económica”
SUBIR AHORA PARA REVISAR DESPUÉS
Pero dada la fragilidad del crecimiento de Reino Unido, que se ha ralentizado desde la votación del Brexit, Khalaf insiste en que la única razón por la que el banco central “ansía” elevar el precio del dinero es para “armarse de munición en caso de que el Brexit provoque una debacle económica”. Además, prosigue el experto, “la última vez que se reunió el banco central, tres miembros votaron a favor de un aumento de la tasa, lo que significa que solo dos ‘palomas’ necesitan convertirse en ‘halcones’ para que la política se endurezca”.
Con tan sólo cinco reuniones más -después de la de agosto- previstas antes de que se haga oficial el divorcio con la Unión Europea (UE), los expertos avisan que el gobernador del BoE se puede encontrar con un escaso margen de maniobra para recortar la tasa de interés si no se da prisa. Y Carney tiene claro que el Brexit es una prueba de fuego para el banco central, ya que su misión es la de garantizar la estabilidad bancaria y monetaria si el 20 de marzo de 2019 se abandona la UE sin respaldo. De ahí su advertencia a inicios de julio: “Si no hay acuerdo se podrían revisar los tipos de interés”.
En cambio, los expertos de Danske Bank creen que hay lugar para que los tipos se eleven una vez más el próximo año. No obstante, se muestran convencidos de que se mantendrán bajos durante un largo período de tiempo e incluso se atreven a aventurar de que el ritmo de normalización seguirá a una subida por año. Por lo tanto, creen que el banco central repetirá que la política monetaria se seguirá “ajustando”, pero es probable que los aumentos de las tasas sean “graduales y limitados”.
ESCASA REACCIÓN EN LA LIBRA
En cuanto a la libra, que ha sufrido este mes de julio, especialmente después de los avisos de Carney sobre el Brexit, cuando se desplomó a mínimos de 14 meses contra el dólar y de cuatro meses contra el euro, los expertos de Danske Bank esperan “escasa reacción si el banco central cumple con lo que prevé el mercado ya que está más que descontado en el precio”. Por lo tanto, “cualquier rally será de muy corto plazo”, agregan.
La libra esterlina ha sido una de las monedas que peor se ha portado durante los últimos meses, ya que la incertidumbre política relacionada con Brexit ha superado la creciente perspectiva de una subida de tasas del Banco de Inglaterra en agosto. Por lo tanto, los expertos de la entidad danesa no esperan que la moneda británica se escape del rango ubicado entre los 1,30 y los 1,32 dólares y de las 0,8850 - 0,8950 libras por euro, “ya que la incertidumbre Brexit seguirá siendo una fuente clave de volatilidad”.