La agencia prevé que el PIB español crecerá entre 2018 y 2021 a un mayor ritmo que el resto de la zona euro
La agencia de calificación Standard & Poor's ha elevado el 'rating' de España desde 'BBB+' a 'A-', con perspectiva positiva, con lo que el país recupera la nota de notable por primera vez desde 2012. La subida de S&P sigue a la que ya hizo el pasado enero la agencia Fitch.
Los expertos de S&P argumentan su decisión en el crecimiento económico del país y la consolidación presupuestaria, que no se han visto obstaculizados por las tensiones políticas en Cataluña.
De cara al periodo 2018-2021, la agencia prevé que el PIB español crezca a mayor velocidad que el promedio de la zona euro, y que el déficit presupuestario del Gobierno siga cayendo. Para 2018, prevé un crecimiento cercano al 2,7%, y que después se frene entre 2019 y 2021, debido a una mayor consolidación presupuestaria del Gobierno, el cambio de política monetaria del BCE y unos salarios aún bajos. Con respecto al desempleo, pronostican una tasa de paro del 15,6% este 2018, y consideran que la deuda pública se reducirá al 86% del PIB en 2021 (frente al 89% de 2016).
Sobre la política, desde S&P se muestran preocupados por el Gobierno en minoría de Mariano Rajoy, que considera que seguirá siendo puesto a prueba. "Creemos que el Gobierno se mantendrá más ocupado en política partidista que los gobiernos anteriores, y no podemos descartar la posibilidad de elecciones anticipadas", advierten desde S&P.
La agencia de 'rating' ha otorgado a España una perspectiva positiva y señala que podría mejorar su calificación en los próximos 24 meses si el gobierno "logra una mayor consolidación de las finanzas públicas de lo que esperamos, y si observamos una mejora adicional en el mecanismo de transmisión monetaria". A esto, la agencia añade que "una mayor relajación en las tensiones políticas en Cataluña también podría apoyar una mejora".
REACCIÓN DEL GOBIERNO
Tras conocerse la decisión de la agencia, el ministro de Economía, Industria y Competitividad, Román Escolano, ha destacado que la subida confirma la confianza en España de los mercados y las agencias de calificación crediticia. "Es un reconocimiento, además, del esfuerzo reformista en distintos ámbitos llevado a cabo por el Gobierno y la sociedad durante los últimos seis años. Nuestra economía se sustenta en un crecimiento robusto, con fuerte creación de empleo y reducción del déficit público", indicó el ministro, señalando que "S&P pone a España en perspectiva positiva, lo que nos permite augurar nuevas subidas en el futuro".
"La agencia considera que las tensiones políticas en Cataluña han tenido un efecto limitado sobre la economía española, gracias a la confianza institucional que introdujo la aplicación del artículo 155 de la Constitución. Esto ha permitido que España haya registrado un crecimiento superior al 3% en 2017 por tercer año consecutivo. Además, la tendencia positiva con la que hemos entrado en el presente ejercicio nos va a permitir revisar al alza las perspectivas de crecimiento incluidas en el cuadro macroeconómico que se presentará el próximo martes", añadió.
De este modo, el ministro ha considerado que la decisión de S&P contribuirá a diversificar y ampliar la base inversora del Tesoro Público, así como a reducir aún más los costes de financiación del Tesoro, de la economía y, en particular, de las Pymes.
UNA SUBIDA ESPERADA
El mercado ya esperaba que S&P mejorase la calificación de España al priorizar la mejora económica frente a la situación en Cataluña. "Creemos que el sólido desempeño macroeconómico de los últimos años y la mejora de las métricas fiscales justifican esta mejora crediticia. El crecimiento del PIB de España ha sido regularmente superior a la media de la Zona Euro desde 2015 y la economía ha experimentado una reducción sustancial de los desequilibrios macroeconómicos", apuntaban los expertos de Oxford Economics.
El pasado 27 de septiembre, la agencia de calificación decidió mantener el ‘rating’ español en ‘BBB+’ / A-2’. Entonces, argumentó que “las tensiones entre el Gobierno central y el Gobierno regional de Cataluña podrían, si no se controla, comenzar a pesar en la confianza de las empresas y la inversión, y podría debilitar el crecimiento de España”.
Desde Oxford Economics creen que S&P habría elevado la calificación de España en septiembre del año pasado si no hubiera coincidido con el aumento de las tensiones políticas en Cataluña. "El momento fue bastante desafortunado", reconocen. La decisión de la agencia se produjo pocos días antes de que la región celebrara el referéndum sobre la independencia. "Es muy difícil justificar una mejora crediticia en medio de la agitación política", reconocen esos analistas.
La subida de S&P llega poco después de que el pasado enero Fitch ya decidiese mejorar la calificación española desde ‘BBB-’ a ‘A-’, con lo que España volvió al notable seis años después. Fitch destacaba que los efectos de la crisis catalana habían sido “muy limitados”, y auguraba un crecimiento del PIB del 2,5% en 2018 y del 2,2% en 2019. El próximo 13 de abril será el turno de Moody’s, la última gran agencia de calificación que se pronunciará sobre España.