La situación económica ha provocado que muchos ciudadanos estén una situación laboral inestable
Las pólizas de alquiler se han disparado en medio de la crisis del Covid-19. Tanto es así que ya se incluyen en la mitad de los nuevos contratos de arrendamiento. Sin embargo, no todos los inquilinos cumplen las condiciones de solvencia y las aseguradoras se están viendo obligadas a rechazar hasta el 30% de las peticiones para contratar este servicio, según los datos de Avalisto.
La complicada situación económica que atraviesa España ha provocado que muchos ciudadanos se encuentren en una situación laboral inestable o directamente estén ahora mismo sin trabajo. "No es que no queramos asegurar, pero hay gente que no está cobrando el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y el paro está creciendo", explica a 'Bolsamanía' el presidente de Avalisto, Raúl Pérez Acebo. "Hemos nacido para proteger al propietario", remarca.
El 'scoring', proceso por el que se toman las decisiones sobre si aprobar o descartar un seguro, es más fuerte en épocas de crisis. Por este motivo, en estos momentos se ha incrementado el número de pólizas rechazadas. Aun así, "lo importante es que el análisis de solvencia sea lo más adecuado posible", destaca Pérez Acebo. Desde Avalisto señalan que cuentan con una calculadora que determina, en el momento, si una persona es adecuada para conceder una póliza.
Para las aseguradoras es muy importante que el inquilino no haya tenido incidencias previas con su casero, ya que directamente se rechazaría la contratación de un seguro de alquiler. También es relevante conocer la localización de la vivienda, porque sorprendería en gran medida que una persona pase directamente de vivir en Carabanchel a La Moraleja. Aunque en este caso se estudia más a fondo la capacidad de solvencia.
Algunas aseguradoras también tienen ciertas dudas a la hora de firmar un seguro de este tipo con un inquilino extranjero. Sin embargo, Pérez Acebo sostiene que son un cliente fiable porque "sus rentas son muy bajas, están en pisos muy centralizados y nunca van a dejar de pagar la renta".
Los seguros de alquiler se hacen cargo de las cuotas vencidas y, eventualmente, cubren los pagos de la renta durante los 8 o 10 meses que puedan ser necesarios para expulsar al inquilino por la vía judicial. Así, el arrendador está protegido sin la necesidad de un avalista. Para el inquilino, le suponen un ahorro frente al requerimiento de meses de fianza, que en ocasiones multiplican por tres o más veces la renta mensual del inmueble. Además, son más económicos que un aval bancario.
Tras el confinamiento, en el que muchos propietarios perdonaron las rentas de sus inquilinos, los seguros de alquiler se han incluido en el 50% de los nuevos contratos firmados y la previsión es que este porcentaje aumente al 60% a finales de año, según los cálculos de la correduría de seguros Arrenta. "Ya nadie se cuestiona la necesidad de asegurar el alquiler y la demanda se ha generalizado", decía su directora general, Mercedes Robles, hace un par de semanas.
Uno de los principales motivos del auge de estos seguros es el miedo a los impagos que la crisis del Covid ha generado entre los caseros. Y no es un temor infundado, ya que las aseguradoras registraron alrededor de 300 incidencias diarias por este motivo durante la última fase del confinamiento, teniendo que compensar económicamente a los propietarios que no habían percibido la renta acordada por el arrendamiento de un inmueble.