La expansión récord del sector manufacturero hace que la economía de la zona euro cobre ímpetu
El sector servicios de la zona euro ha vuelto en abril al territorio de crecimiento por primera vez desde agosto de 2020. Y esto, acompañado de una expansión récord del sector manufacturero, ha hecho que en el cuarto mes de 2021 el crecimiento económico de la zona euro cobre ímpetu.
Así se refleja en el índice PMI Compuesto de la Actividad Total de la eurozona, elaborado por la consultora Markit y publicado este viernes, que aumentó de 53,2 registrado en marzo a 53,7 en abril. La actividad empresarial en la zona euro se expandió a una tasa más robusta en abril, puesto que el ritmo de incremento se aceleró hasta su máxima desde julio del año pasado.
La actividad total ha aumentado durante dos meses después de cuatro meses de declive, y la última expansión fue la segunda más intensa registrada desde septiembre de 2018. La producción manufacturera creció por décimo mes consecutivo, expandiéndose a un ritmo jamás superado en la historia del estudio, de más de dos décadas.
Alemania impulsó el repunte manufacturero, ya que su tasa de expansión se atenuó apenas ligeramente frente a la máxima histórica registrada en marzo, manteniéndose en el segundo mejor nivel observado. El crecimiento de la producción industrial también se ralentizó ligeramente en Francia, aunque siguió siendo el segundo mejor de los tres últimos años. Mientras tanto, en el resto de la región en su conjunto se registró un crecimiento récord de la producción manufacturera.
El sector servicios siguió a la zaga, especialmente a raíz de las nuevas medidas para contener la propagación del Covid-19 en muchos estados miembros, aunque de todos modos registró la primera expansión de la actividad desde agosto del año pasado, pese a que el crecimiento fue solo muy modesto. El retorno al crecimiento observado en el sector servicios de Alemania en marzo casi se paralizó después de la introducción de más medidas de confinamiento para controlar nuevas olas del virus, pero tanto en Francia como en el resto de la zona euro se han observado expansiones marginales por primera vez desde el verano del año pasado, a medida que las empresas se preparan para un futuro más optimista.
INDICIOS PROMETEDORES
Otros indicadores del estudio aportaron indicios prometedores para los próximos meses. El crecimiento de los nuevos pedidos en toda la zona euro alcanzó su mayor nivel desde septiembre de 2018, impulsado por el segundo incremento récord consecutivo de los nuevos pedidos de productos manufactureros. Por el contrario, en el sector servicios los nuevos pedidos cayeron por noveno mes consecutivo, aunque estuvieron a punto de estabilizarse.
Los pedidos pendientes de realización aumentaron por segundo mes consecutivo, acumulándose a una tasa no observada desde enero de 2018, puesto que las firmas tuvieron dificultades para afrontar la llegada de nuevos pedidos. Un aumento récord histórico de los pedidos pendientes en el sector manufacturero fue acompañado del primer incremento de los trabajos pendientes en el sector servicios desde el comienzo de la pandemia.
Las expectativas respecto del futuro también han mejorado, aumentando hasta su máxima desde que se dispone de datos comparables (a mediados de 2012). Pese a que el sentimiento fue ligeramente menos optimista en Alemania, se mantuvo a un nivel cercano a la máxima del estudio, registrada en marzo pasado. Por el contrario, las firmas de Francia y el resto de la región en su conjunto se mostraron más optimistas y en toda la zona en su conjunto, la positividad alcanzó niveles sin precedentes a medida que continuaron generándose esperanzas en torno a una recuperación del virus.
Las empresas respondieron a la acumulación de pedidos por completar y mejores perspectivas con un tercer mes consecutivo de contratación neta y el empleo creció al ritmo más acentuado desde noviembre de 2018. En el sector manufacturero, las plantillas aumentaron a un ritmo no observado desde febrero de 2018, mientras que se registró una tasa mucho más modesta de creación de empleo en el sector servicios, pero aún en este sector el aumento fue el más intenso desde el comienzo de la pandemia.
El retorno al crecimiento estuvo acompañado de un nuevo incremento de las presiones inflacionistas a medida que la demanda se intensificó y los costes aumentaron. Los precios medios pagados en el sector manufacturero y en el sector servicios en su conjunto aumentaron al nivel más acentuado de diez años. La inflación de los precios de venta en el sector industrial se aceleró hasta una nueva máxima de diez años, vinculada a menudo con la escasez de oferta.
Los plazos de entrega de proveedores se alargaron en su mayor medida en los 23 años de historia del estudio. No obstante, la inflación de los costes en el sector servicios también aumentó hasta alcanzar su máxima de los dos últimos años. El aumento de los costes a menudo fue repercutido a los clientes. Los precios medios cobrados por los productos y servicios aumentaron al ritmo más acelerado desde enero de 2018, impulsados por un incremento récord en los precios de los productos. En comparación, los precios cobrados por los servicios aumentaron tan solo modestamente, aunque mostraron el mayor incremento desde el surgimiento de la pandemia.
Desde Markit comentan que, "en un mes en el que se intensificaron las medidas de contención del virus a raíz de nuevas olas de infecciones, la economía de la zona euro demostró una fortaleza alentadora. Pese a que el sector servicios continuó viéndose afectado intensamente por las medidas de confinamiento, ha regresado al territorio de crecimiento a medida que las empresas se ajustan a convivir con el virus y se preparan para tiempos mejores de cara al futuro".
Mientras tanto, apuntan que "el sector manufacturero está en auge. Los gastos reprimidos, la reposición de existencias, la inversión en nuevas maquinarias y el creciente optimismo en torno a las perspectivas han ayudado a impulsar un nuevo repunte tanto para la producción como para los nuevos pedidos".
"El marcado aumento de demanda de materias primas sigue causando demoras sin precedentes en las cadenas de suministro, que a su vez están impulsando al alza los costes de las empresas al ritmo más marcado de una década. En consecuencia, la inflación de los precios al consumidor bien puede aumentar intensamente en los próximos meses, aunque la tasa de alza dependerá de la fortaleza de la demanda y la situación de los suministros, y en estos momentos sigue reinando una gran incertidumbre en torno a estos dos factores", añaden.