Desde Janus Henderson creen que "el camino podría empezar a allanarse"
El sector sanitario ha tenido un recorrido accidentado en 2023. La resaca del Covid ha pasado factura a muchas empresas, que han visto como sus ingresos disminuían drásticamente tras el fin de la emergencia de salud pública. Pero tras un año complicado, 2024 se presenta con grandes oportunidades que pueden impulsar las acciones en este campo.
"El camino podría empezar a allanarse. Las atractivas valoraciones, los numerosos avances médicos y las tendencias demográficas positivas a largo plazo han colocado al sector en una posición de fortaleza inusual, con potencial para recompensar a los inversores a largo plazo", explican Andy Acker y Dan Lyons, gestores de cartera de Janus Henderson.
Para los expertos, la desaceleración del sector sanitario no solo era esperada, sino también necesaria.
"Resulta alentador que, excluyendo los productos Covid, los beneficios de muchas biofarmacéuticas hayan seguido creciendo. Y las empresas de herramientas estiman que lo peor de la reducción de existencias ya ha pasado (o tocará fondo en los próximos meses)", añaden.
Las empresas también han actuado para ajustar sus estructuras de costes, lo que se espera que favorezca la expansión de los márgenes de beneficio durante el próximo año.
Además, el entusiasmo que han provocado algunos fármacos, como el GLP-1 para adelgazar, podrían impulsar a las compañías dedicadas a la salud.
"Creemos que los GLP-1 podrían constituir la mayor oportunidad de mercado de la biofarmacia, con unas ventas superiores a los 100.000 millones de dólares antes del final de la década", señalan Acker y Lyons.
No obstante, estos medicamentos también han hecho saltar las alarmas sobre el futuro de los productos sanitarios y los fármacos que tratan enfermedades relacionadas, desde la apnea del sueño y las cardiopatías hasta la ortopedia.
"Los GLP-1 representan un enorme avance médico, pero no descartamos el resto del sector. Al contrario, pensamos que muchas de las empresas afectadas están preparadas para crecer a largo plazo, dada la complejidad de la asistencia sanitaria y la gran necesidad médica no cubierta", indican los gestores.
La volatilidad que ha vivido el mercado en 2023 ha presionado a la baja a las valoraciones de las empresas de herramientas y dispositivos, así como las áreas tradicionalmente defensivas de la atención sanitaria y la atención gestionada.
En este sentido, desde Janus Henderson destacan que valores se han visto afectados este año por una nueva normativa que redujo las tasas de reembolso en Medicare Advantage (la versión privada del plan de salud federal para ancianos) y la inscripción en Medicaid (que ofrece cobertura sanitaria a hogares con bajos ingresos).
"El aumento de los costes de utilización fue otro reto, ya que la gente volvió a depender de su seguro para ponerse al día con la atención médica rutinaria", insisten.
Pero estos problemas podrían resolverse en 2024, ya que las aseguradoras, por ejemplo, pueden subir las primas anualmente para compensar los costes (y así lo han hecho en los últimos meses).
En el sector de la biotecnología, muchos valores cotizan con descuentos aún mayores.
"Tras una caída récord en 2021 y 2022, los valores biotecnológicos de pequeña y mediana capitalización se vieron atrapados en la liquidación de activos de crecimiento de larga duración cuando los rendimientos del Tesoro a 10 años empezaron a subir en 2023", analizan los estrategas.
Esto no es inusual, puesto que la biotecnología obtiene peores resultados en un contexto de subida de tipos, con menos atención a la evolución específica de las acciones. Por ello, el fin del ciclo de endurecimiento monetario por parte de la Reserva Federal (Fed) podría ser una bendición.
"Las bajadas de tipos también podrían ser bienvenidas, incluso si indican que nos dirigimos hacia una desaceleración económica o una recesión. Históricamente, la biotecnología ha tendido a obtener mejores resultados durante esos periodos, beneficiándose de un tipo de descuento más bajo y, lo que es más importante, de motores innovadores que son independientes del crecimiento económico", subrayan en Janus Henderson.
De hecho, el sector sanitario en general ha resistido bien las caídas. Desde el año 2000, el MSCI World Health Care Index, por término medio, ha capturado sólo el 47% de la caída cuando el MSCI World Index cayó un 15% o más.
"Con unas valoraciones ahora generalmente atractivas en todo el sector, la atención sanitaria podría estar bien posicionada para ofrecer resistencia en caso de que las perspectivas económicas se deterioren", comentan.
Es más, "este tipo de defensa puede ser difícil de encontrar en un sector que también puede ofrecer importantes oportunidades de crecimiento. Creemos que todo ello se traduce en una posible mejora para los inversores del sector sanitario en 2024", concluyen Acker y Lyons.