El sector manufacturero de la zona euro se encamina a una recesión prolongada

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Los volúmenes de producción, de nuevos pedidos y de empleo y la actividad de compra disminuyeron a un ritmo más rápido que en junio. Excluyendo los meses relacionados con la pandemia y los confinamientos, las caídas observadas en la producción industrial y la demanda de productos de la zona euro fueron las más graves desde la crisis financiera mundial de 2008-2009.

En concreto, el índice PMI del sector manufacturero de la eurozona se situó por debajo del nivel de ausencia de cambios de 50, que separa el crecimiento de la contracción, por decimotercer mes consecutivo en julio. La lectura de 42,7 fue inferior a la de 43,4 registrada en junio y el índice marcó una contracción por sexto mes consecutivo.

Los datos de la encuesta de julio señalaron una disminución considerable de la producción manufacturera de la zona euro. Según datos desglosados por los tres principales grupos industriales, si bien la debilidad fue generalizada, una proporción significativa de los recortes de la producción provino del sector de bienes intermedios. Las condiciones de la demanda también fueron extremadamente débiles en julio, aunque fueron los productores de bienes de capital los que registraron el deterioro más rápido de los nuevos pedidos, seguidos de cerca por los fabricantes de bienes intermedios.

Los fabricantes de la zona euro experimentaron una fuerte reducción de los nuevos pedidos de los mercados extranjeros al comienzo del tercer trimestre. De hecho, excluyendo los meses afectados por la pandemia, la demanda de productos de la zona euro procedentes de clientes del exterior cayó al ritmo más rápido desde abril de 2009.

En respuesta a la disminución de las presiones de la demanda, las fábricas de la zona euro redujeron la actividad de compras en julio. La caída de la producción, así como los esfuerzos sostenidos para reducir los inventarios, también se mencionaron como factores responsables de la disminución de la actividad de compras. En general, la disminución de la compra de insumos fue pronunciada y la más rápida desde mayo de 2020. En consecuencia, los inventarios de materias primas y productos semielaborados de las empresas cayeron en julio, y la tasa de reducción fue la más rápida en poco más de diez años y medio. Los stocks de productos terminados cayeron marginalmente por tercer mes consecutivo.

En medio del rápido deterioro de las condiciones de la demanda, los fabricantes de la zona euro recurrieron a sus trabajos pendientes para ayudar a mantener los volúmenes de producción siempre que les fue posible. A su vez, el volumen de pedidos pendientes de realización disminuyó sustancialmente en julio y, excluyendo los meses iniciales de la pandemia de la COVID-19 en la primera mitad de 2020, se desplomó al ritmo más fuerte desde abril de 2009. Los niveles de empleo en las fábricas se redujeron por segundo mes consecutivo en julio, aunque marginalmente.

En otra muestra de condiciones económicas débiles, los últimos datos de la encuesta señalaron claros signos de capacidad disponible en las unidades de los proveedores que sirven a los fabricantes de la zona euro. Los plazos medios de entrega de los insumos se acortaron considerablemente en julio, marcando una sexta mejora mensual consecutiva en el desempeño de los proveedores.

Según se informa, el aumento de la competencia entre los proveedores hizo que redujeran sus tarifas en julio, lo que ayudó a reducir aún más los precios de los insumos de los fabricantes de la zona euro. La disminución de la carga de los costes fue pronunciada y la más rápida desde mayo de 2009. La disminución de los precios pagados por los materiales, junto con las débiles presiones de la demanda, impulsaron a los fabricantes de la zona euro a reducir sus tarifas por tercer mes consecutivo en julio. De hecho, la tasa de disminución de los precios de venta fue la más fuerte en casi 14 años.

Por países, se observó una considerable debilidad de la industria manufacturera en Alemania y Austria, cuyas lecturas del índice PMI registraron sus niveles más bajos desde mayo y abril de 2020 respectivamente. Francia e Italia, la segunda y tercera economías más grandes de la zona euro, también registraron deterioros marcados desde junio. No obstante, el sector manufacturero griego siguió contrarrestando la tendencia general, registrando una sólida expansión que fue la más rápida en más de un año.

"HABRÁ MOMENTOS DIFÍCILES"

En Hamburg Commercial Bank destacan que "las dificultades a las que se enfrenta el sector manufacturero es el resultado de un ciclo de inventarios clásico, en el que las empresas han comprado demasiados productos. A medida que las empresas se adapten a la nueva realidad de demanda reducida y entregas más rápidas, habrá algunas operaciones excesivas en términos de liquidación de existencias. Como resultado, se puede esperar un retorno al aumento de inventarios en 2024, lo que debería promover la recuperación del sector".

"Hasta entonces, habrá momentos difíciles", aseguran. "Un nuevo debilitamiento, más pronunciado, de los pedidos pendientes ha hecho que los fabricantes reduzcan aún más el empleo, aunque la disminución siguió siendo modesta. También parece que el clima económico desfavorable ha afectado al sector manufacturero a nivel mundial, especialmente en los principales destinos de exportación de la zona euro, como Estados Unidos y China. Por lo tanto, los nuevos pedidos de exportación, que incluyen también el comercio dentro de la zona euro, han disminuido rápidamente".

Por su parte, creen que el Banco Central Europeo (BCE) "estará satisfecho de ver que la deflación de los precios de venta se ha acelerado de nuevo, puesto que los precios cobrados han disminuido al ritmo más rápido en casi 14 años. No obstante, la preocupación sobre la inflación en el sector servicios sigue siendo una prioridad en la agenda".