En el séptimo mes de 2019 se registró la mayor reducción del empleo en más de seis años
El crecimiento económico del sector manufacturero de la zona euro continuó contrayéndose en julio, y lo hizo al ritmo más acelerado desde diciembre de 2012. En este mes, se registró, además, la mayor reducción del empleo en más de seis años, según el índice PMI publicado este jueves. Alemania continuó siendo una fuente de debilidad al registrar su mayor deterioro en siete años.
El índice PMI del sector manufacturero de la zona euro de julio, elaborado por la consultora Markit, se situó por debajo del nivel de ausencia de cambios de 50, que separa el crecimiento de la contracción, por sexto mes consecutivo. Al registrar el nivel 46,5, señaló el mayor deterioro de las condiciones operativas desde diciembre de 2012. El índice descendió de 47,6 registrado en junio, aunque se situó ligeramente por encima de la lectura flash precedente de 46,4 para julio.
De las tres categorías de grupos de mercado cubiertas por el estudio, se observaron contracciones persistentes en el sector de bienes intermedios y en el de bienes de capital. Este último sector registró el mayor deterioro desde noviembre de 2012. En contraste, el crecimiento se mantuvo entre los productores de bienes de consumo.
Las continuas tensiones comerciales, las dificultades en la industria automotriz y las incertidumbres políticas continuaron afectando
La desaceleración de la economía manufacturera en general se debió principalmente a una fuerte caída de los nuevos pedidos. Los últimos datos mostraron que dicha disminución fue la segunda más fuerte registrada por la encuesta en poco más de seis años (superada solo por una contracción registrada en marzo pasado), ya que las continuas tensiones comerciales, las dificultades en la industria automotriz y las incertidumbres políticas continuaron afectando la demanda del mercado tanto nacional como internacional.
La debilidad de la tendencia de las carteras de pedidos se tradujo en una reducción tanto de la producción como de las actividades de compra entre los fabricantes de la zona euro. La producción se redujo al ritmo más intenso desde abril de 2013, mientras que la reducción de la actividad de compra fue la más fuerte observada desde finales de 2012.
Respecto al empleo, hubo una notable reducción por tercer mes consecutivo, que fue la más fuerte registrada por el estudio desde mayo de 2013. El empleo no solo se vio afectado por la caída de las cargas de trabajo actuales, sino también por la creciente preocupación sobre las condiciones operativas futuras.
ALEMANIA, EL PAÍS MÁS PESIMISTA
Los datos de la encuesta de julio indicaron que el sentimiento cayó intensamente hasta su nivel más bajo desde finales de 2012. Alemania fue sin duda alguna el país más pesimista con respecto a la producción en el plazo de doce meses. El país germano siguió siendo una fuente de debilidad, ya que su economía manufacturera registró su mayor deterioro de las condiciones operativas en siete años.
El comercio de exportación de la zona euro registró un declive al ritmo más fuerte desde noviembre de 2011, y los fabricantes alemanes registraron la reducción más fuerte y la más rápida en más de una década. Las destrucciones de empleo también fueron especialmente marcadas en Alemania.
"La desaceleración está siendo liderada por Alemania, reflejando un nuevo empeoramiento de las condiciones en el sector automotriz y la caída de la demanda mundial de equipos comerciales", explican desde Markit, que añaden que "la tabla de clasificación del índice PMI de la zona euro se ha teñido de color rojo y todos los indicadores advierten sobre el deterioro de las condiciones operativas de los fabricantes de la región".
"Los indicadores a futuro también se deterioraron", debido en parte a las "crecientes preocupaciones geopolíticas, incluidas las guerras comerciales y el Brexit, y la inquietud generada por un crecimiento económico más lento tanto a nivel nacional como internacional, han reducido la demanda actual y han afectado la positividad de las expectativas".
"Es preocupante observar que, si bien los responsables de la política monetaria se han alarmado cada vez más por el deterioro de las condiciones, la política monetaria posiblemente no pueda hacer mucho para enfrentar estos vientos en contra", concluye Markit.