El crecimiento se debió al incremento de la producción, junto con una menor destrucción de empleo
Después de un periodo de ocho meses de contracción, el sector manufacturero español volvió al territorio de expansión en febrero. Un crecimiento que se debió, principalmente, al incremento marginal de la producción y los nuevos pedidos, junto con una tasa muy reducida de destrucción de empleo, según el PMI publicado este lunes.
El índice, elaborado por la consultora Markit, señala que, teniendo en cuenta los factores estacionales, el sector manufacturero español aumentó del nivel 48,5 registrado en enero al 50,4 en febrero, registrando máximos de diez meses. Esto supone, además, que volvió a situarse por encima del nivel de ausencia de cambios de 50 en el segundo mes del año, señalando la primera expansión de las condiciones empresariales en nueve meses.
Los plazos medios de entrega de insumos también se alargaron al ritmo más fuerte en quince meses, lo que refleja la perturbación de las cadenas de suministro mundiales después del cierre prolongado de las fábricas en China relacionado con el brote de coronavirus, hecho que obligó a las empresas a utilizar cada vez más sus stocks de insumos para garantizar que las líneas de producción siguieran funcionando sin problemas en febrero.
Tanto la producción como los nuevos pedidos volvieron a crecer, aunque levemente. En ambos casos, febrero fue la primera vez que se registró una expansión en diez meses, en medio de algunos informes de condiciones de demanda más firmes, especialmente a nivel nacional. De hecho, los nuevos pedidos para exportaciones continuaron cayendo en el último período de la encuesta, aunque al ritmo más débil desde agosto de 2019.
Comenzaron a surgir las perturbaciones en las cadenas de abastecimiento a raíz del largo cierre de las fábricas en China
Los fabricantes españoles también optaron por reducir sus actividades de compra en febrero, extendiendo el período actual de contracción a once meses. La menor demanda de bienes por parte de los fabricantes ayudó a explicar otra ronda de deflación del precio de los insumos. Los últimos datos mostraron que los precios pagados disminuyeron por noveno mes consecutivo y al ritmo más rápido desde octubre de 2019. Las empresas repercutieron la disminución de sus costes a los clientes a través de tarifas más reducidas.
Respecto a las expectativas de crecimiento a futuro, los fabricantes mantuvieron en febrero un grado de confianza. Las actividades comerciales planificadas, la introducción de nuevas líneas de productos y las expectativas de mejora de la demanda deberían apoyar la producción a lo largo de los próximos doce meses.
Desde Markit comentan que "el sector manufacturero de España disfrutó de un retorno al crecimiento en febrero y proporcionó más evidencia de que el ciclo industrial cambió de dirección, orientándose al alza, hacia fines del año pasado". Sin embargo, aunque cree que el crecimiento tanto de la producción como de los nuevos pedidos "es alentador, los detalles del informe revelaron problemas puesto que la expansión estuvo apoyada por una notable reducción de las existencias a medida que comenzaron a surgir las perturbaciones en las cadenas de abastecimiento a nivel global a raíz de los largos cierres de las fábricas en China".
"Mirando hacia el futuro, el impacto general de los cierres en el sector manufacturero en los próximos meses dependerá claramente de la rapidez con que las fábricas chinas puedan volver a estar en pleno funcionamiento, de los niveles existentes de stocks de insumos y de con qué rapidez las empresas agoten sus inventarios de materias primas", añaden.