El índice PMI que elabora el Institute for Supply Management (ISM) se sitúa en 47,2 puntos
El sector manufacturero de EEUU profundiza su crisis y se contrae en septiembre por sexto mes consecutivo en septiembre. Así se desprende del índice PMI que elabora el Institute for Supply Management (ISM) y se ha situado en 47,2 puntos, igualando la cifra registrada en agosto. El dato ha sido peor a lo anticipado por el consenso, que había previsto una leve subida hasta 47,5 unidades.
"La actividad manufacturera de EEUU se contrajo nuevamente en septiembre, y al mismo ritmo en comparación con el mes pasado. La demanda sigue siendo débil, la producción disminuyó y los insumos se mantuvieron acomodaticios", ha explicado Timothy R. Fiore, presidente del Comité de Encuesta de Empresas del ISM.
En el noveno mes del año, el índice de nuevos pedidos se ha mantenido igualmente en territorio de contracción, con 46,1 puntos. La lectura del índice de producción de 49,8 se ha ubicado por encima del 44,8 de agosto; mientras que el índice de precios ha entrado en territorio de contracción (o "decreciente") por primera vez este año, al marcar 48,3 puntos.
"La demanda sigue siendo moderada, ya que las empresas mostraron una falta de voluntad para invertir en capital e inventario debido a la política monetaria federal, que la Reserva Federal de EEUU abordó en el momento de este informe, y la incertidumbre electoral. La ejecución de la producción se estabilizó en septiembre. Los proveedores siguen teniendo capacidad, los plazos de entrega mejoran y la escasez vuelve a aparecer", ha añadido Fiore.
Este martes también se ha publicado el índice PMI que elabora para el sector S&P Global y que se ha mantenido por debajo de la marca de 50,0, bajando a 47,3 puntos en septiembre desde los 47,9 de agosto, aunque ha mejorado levemente las estimaciones del consenso, que habían previsto se situara en 47 unidades.
"El índice señaló un tercer empeoramiento mensual consecutivo en la salud del sector, y uno de los más pronunciados desde junio de 2023", ha enfatizado el organismo, donde han remarcado que el empleo en las fábricas cae a un ritmo más rápido a medida que se profundiza la crisis manufacturera.
De hecho, un factor central del deterioro de las condiciones comerciales ha sido el marcado empeoramiento de la demanda en medio de una desaceleración de la economía en general y la incertidumbre en torno a las próximas elecciones presidenciales.
Los pedidos nuevos han disminuido por tercer mes consecutivo, con una tasa de contracción que ha sido la más pronunciada en 15 meses. Los pedidos nuevos de exportación también han bajado en mayor medida que en agosto, ya que los problemas geopolíticos y la debilidad de la demanda (especialmente en Europa) han llevado a una cuarta caída consecutiva.
Los fabricantes, por su parte, han seguido enfrentándose a un fuerte aumento de los precios de los insumos. El aumento de los costos de las materias primas, como el cartón y el papel, se ha visto acompañado de informes sobre un aumento de las tarifas de envío. Sin embargo, el ritmo de la inflación se ha reducido ligeramente respecto al mes anterior.
En contraste con lo ocurrido con los costos de insumos, el ritmo de inflación de los precios de producción se ha acelerado para alcanzar el nivel más alto desde abril.
"La encuesta PMI de septiembre trae consigo una serie de indicadores económicos decepcionantes sobre la salud de la economía estadounidense", ha dicho Chris Williamson, economista jefe de negocios de S&P.
"Mientras tanto, la perspectiva de tasas de interés más bajas ha aumentado la confianza en las perspectivas a largo plazo, y las empresas anticipan que la demanda se reactivará con menores costos de endeudamiento si mejora el entorno político. Por lo tanto, a pesar del deterioro de la situación comercial actual, las expectativas comerciales sobre el año que viene de hecho han mejorado", ha concluido.