El endurecimiento crediticio es otro factor a la baja
El acuerdo alcanzado entre demócratas y republicanos para elevar el techo de la deuda en EEUU incluye una reducción del gasto que tendrá efectos en la economía del país. A pesar de que la demanda interna se ha mostrado fuerte en el primer trimestre del año, los expertos esperan que el PIB se contraiga en el segundo y aplazan al cuarto lo peor de la recesión que está por venir.
"El pacto implica una drástica reducción del gasto público en el próximo ejercicio fiscal, que comienza en octubre. Esto podría deprimir aún más el PIB en el último trimestre de este año y frenar el crecimiento a partir de entonces", afirma Paolo Zanghieri, economista senior en Generali Investments.
Los analistas de Pantheon Macroeconomics creen que las medidas que se incluyen en este proyecto de ley son menos severas que los recortes de gasto acordados por Barack Obama en 2011 y que, por tanto, el impacto en la macroeconomía del país será limitado. No obstante, mantienen su previsión de que el crecimiento de EEUU caerá un 1% en el segundo trimestre y un 1,5% en el tercero.
Otro de los "afectados" por el acuerdo sobre el techo de la deuda será la Reserva Federal (Fed). Según John Velis, estratega de BNY Mellon, el Tesoro desencadenará una ola significativa de emisiones, ya que necesita reponer la Cuenta General hasta un nivel estable de alrededor de 500.000 millones de dólares, así como complementar los fondos que se tomaron prestados como parte de las medidas extraordinarias implementadas una vez el límite de la deuda se alcanzó en enero.
"Aumentar la Cuenta General del Tesoro (TGA por sus siglas en inglés) significa casi axiomáticamente reducir las reservas en el sistema bancario. Ambos elementos son pasivos en el balance de la Fed. Por lo tanto, el aplastamiento inminente de la oferta del Tesoro reducirá la liquidez general en el sistema financiero de EEUU al reducir las reservas a un ritmo casi proporcional, especialmente si la mayor parte de la reconstrucción de TGA proviene de depósitos bancarios", añade Velis.
Esta celeridad por emitir deuda conducirá a una fuga de liquidez general en el sistema, absorbiendo las grandes cantidades de efectivo que se han acumulado. "Es muy probable que el balance de la Reserva Federal y el funcionamiento del mercado del Tesoro también se vean profundamente afectados", estima el analista de BNY Mellon.
La economía de EEUU también se verá perjudicada por el endurecimiento de las condiciones crediticias. Hasta ahora, el exceso de ahorro y la resistencia de las rentas del trabajo han favorecido el crecimiento del país.
Sin embargo, la crisis bancaria desencadenada tras la quiebra de Silicon Valley Bank (SVB) y los efectos de la contracción del crédito que, tal y como señaló en presidente de la Fed, Jerome Powell, todavía son muy inciertos, constituyen el riesgo a la baja más importante para el PIB.
"El golpe a la actividad será mucho menos severo que en 2008, ya que la economía, y especialmente los balances del sector privado, están en mucho mejor forma. Pero es difícil imaginar que la economía pueda resistir el impacto de una subida de 500 puntos básicos del tipo de interés oficial y un sector bancario más débil", indica Zanghieri.
Esto dará lugar a una "persistente sequía de crédito" que afectará a los consumidores y a las pequeñas empresas y conducirá a una recuperación poco profunda, especialmente en el primer semestre de 2024.
La última encuesta de la Reserva Federal apunta a un nuevo endurecimiento de los criterios de concesión de préstamos en el segundo trimestre, con unos bancos cada vez más negativos sobre las perspectivas económicas, más reacios al riesgo y preocupados por la caída del valor de los colaterales, lo que es un mal presagio para sectores como el inmobiliario corporativo.
"En un plazo de seis a nueve meses suele producirse una fuerte contracción de la actividad y del crecimiento del empleo, lo que hace prever un crecimiento negativo tanto en el tercer como en el cuarto trimestre", concluye Zanghieri.