Sánchez busca una victoria en la UE con una propuesta 'German friendly'

El fondo de recuperación mantiene cierto grado de mutualización pero no supone un trastorno para Alemania

Noemí Jansana
Bolsamania | 21 abr, 2020 06:00 - Actualizado: 14:40
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El presidente del Gobierno asiste al Consejo Europeo (2ª jornada)Moncloa

El Ejecutivo español ha tomado buena nota de la doble derrota que sufrió en la Unión Europea (UE) a las puertas de Semana Santa. La defensa de los llamados coronabonos así como de una suerte de ‘Plan Marshall’ para la recuperación del bloque comunitario tras la pandemia encontró la férrea oposición de los países del Norte, en especial Alemania y Holanda. El rescate que se acordó quedaba lejos del ambicioso plan de Pedro Sánchez, así que de cara a la cumbre de este jueves, el presidente del Gobierno ha buscado una vía alternativa que incluya fondos, una parte de deuda mutualizada y que sea digerible para Berlín.

La Moncloa no ha abandonado su posición, el línea con Francia e Italia de conseguir financiación para los países más golpeados por la pandemia y encara el debate de la reconstrucción con este objetivo, pero con una reformulación apta para Alemania. La canciller Angela Merkel ya ha insistido en que no aceptará ningún tipo de bonos europeos, una idea que ha sido impulsada en el pasado por los países del sur de la UE para compartir la carga de la deuda de la reconstrucción económica una vez que la pandemia esté bajo control.

Con la lección aprendida tras el vapuleo de hace menos de dos semanas, el Gobierno PSOE-Podemos le ha dado una vuelta a su propuesta y ha presentado un texto al Consejo Europeo que plantea un fondo de recuperación vinculado al presupuesto de la UE, una idea similar a la de Francia y que Alemania puede aceptar porque no implicaría modificaciones legales que obliguen a una votación compleja en el Bundestag y posibles apelaciones ante el Tribunal Constitucional de este país.

La cantidad sobre la mesa es de entre 1 y 1,5 billones de euros que “debería financiarse a través de deuda perpetua de la UE, respaldada por los mecanismos actuales que financian el presupuesto de la UE, apoyándose en la valoración triple A de las instituciones (… ) El BCE continuará jugando un papel clave para asegurar la estabilidad financiera a través de la liquidez y otras medidas”, reza el texto remitido este lunes al presidente del organismo, Charles Michel.

La propuesta española, además, está en línea con lo avanzado por director general del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), Klaus Regling al diario italiano ‘Corriere della Sera’, donde previó que la UE requeriría “al menos” de otros 500.000 millones de euros de las instituciones europeas, además del montante de 540.000 millones ya acordado, “para financiar la remontada de las economías” del bloque. Regling también sugirió que la mejor manera de recaudar tales fondos no era mediante el uso de los controvertidos coronabonos o cualquier otro instrumento de deuda mutualizada, sino más bien aprovechando las herramientas existentes. El candidato más obvio, según el director del MEDE, es el uso del presupuesto de la UE. Aparentemente, la idea española de “impulsar una respuesta global que podría integrarse en el presupuesto de la UE está ganando enteros en el seno de los Veintisiete”, comentan los expertos de Rabobank.

Así las cosas, diversas fuentes apuntan a que el Gobierno español ve una posibilidad de que la UE se ponga de acuerdo en este nuevo mecanismo de mutualización de deuda que permita movilizar fondos para hacer frente a la pandemia de Covid-19, aunque no sea estrictamente la emisión de deuda conjunta (los llamados "coronabonos" o eurobonos) pedido por España. Fuentes diplomáticas aseguran que España no renuncia a su apuesta por los coronabonos porque, además, sería lo más coherente en una verdadera Unión Económica y Monetaria, pero asumen que la palabra suscita cierto rechazo en las opiniones públicas de algunos países y abren la puerta a otras formas de mutualización de la deuda.

LA CUADRATURA DEL CÍRCULO

La propuesta de Sánchez no sería una emisión de deuda conjunta estrictamente, pero al actuar la Comisión como prestamista principal asumiría parte de los riesgos. Un mecanismo así, apuntan las fuentes consultadas, podría ser la cuadratura del círculo que permitiera un acuerdo para mutualizar la deuda necesaria para hacer frente a la pandemia. De este modo, la UE respondería de manera conjunta a la crisis con una deuda mutualizada acotada en el tiempo y en los fines.

El plan europeo de reconstrucción post-coronavirus será uno de los puntos de la agenda del Consejo Europeo que se celebrará por videoconferencia el día 23. Está por discutir si el nuevo instrumento financiero se incluirá o no en el próximo marco financiero plurianual -las fuentes creen que así será, porque será la forma de que esté disponible más rápidamente-, cuál será su importe (entre medio billón y billón y medio) y si se traducirá preferentemente en préstamos o en transferencias. A juicio del Gobierno español, después de la epidemia no tiene sentido seguir negociando un presupuesto del 1,07% del PIB europeo, y habría que volver a una horquilla de entre el 1,14 y el 1,3%, sin tener en cuenta el nuevo instrumento.

Si al final se apuesta por incluir éste en el marco financiero, haría falta la luz verde de los 27 parlamentos nacionales para elevar su techo en al menos medio punto del PIB europeo, de manera que la cifra estaría entre el 1,7 y el 2%. Ese es el margen que se usaría para movilizar fondos por parte de la Comisión, con garantías estatales y financiándolo con recursos propios, bien recursos nuevos o bien dedicando los actuales.

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