Los italianos están llamados a las urnas en Emilia-Romagna, tradicional bastión de la izquierda
Matteo Salvini quiere volver a escena, y podría hacerlo por todo lo alto si se cumplen los pronósticos de las encuestas. El líder de la Liga ya se frota las manos ante las elecciones de la región italiana de Emilia-Romagna, que muchos expertos ven como el trampolín perfecto hacia el Palazzo Chigi, sede del Gobierno en Roma. Los sondeos dan un resultado muy ajustado entre su formación y el Partido Demócrata, y si al final ganan los de Salvini eso podría allanarle (aún más) el camino si hay elecciones generales anticipadas.
"Su ascenso al poder puede ser solo cuestión de tiempo", aseguran desde Berenberg. La firma alemana de análisis cree que, independientemente del resultado de las elecciones de este domingo en Emilia-Romagna, tradicional bastión del Partido Demócrata de centroizquierda, y de las consecuencias que pueda tener para el Gobierno integrado por el Movimiento 5 Estrellas (M5S) y el PD, la coalición "está tan acosada por problemas que parece improbable que cumpla el mandato completo, hasta la primavera de 2023".
Berenberg afirma, de hecho, que habrá elecciones anticipadas en Italia en 2020 o 2021 a más tardar, y que los partidos de centro-derecha, que actualmente cuentan con el 50% de los apoyos según las encuestas, "probablemente ganarán", lo que le permitiría a Salvini convertirse en primer ministro.
Todo dependerá de lo que aguante la coalición. Varios expertos han analizado la situación a lo largo de la semana, después de la renuncia de Luigi di Maio como líder del M5S, aunque sigue siendo ministro de Asuntos Exteriores, y coinciden en que lo que ocurra en Emilia-Romagna, si se confirma el ascenso de la Liga, no tiene por qué significar el fin del Gobierno. Al menos en el corto plazo.
Sobre todo porque a ninguno de los partidos que lo integran les interesa ir a las urnas, al calor de los resultados de los sondeos de cara a unas elecciones generales, que auguran que el PD cosecharía un 18,9% de los votos (frente al 18,8% de los anteriores comicios), mientras que el M5S tendría que conformarse con el 15,9% (en las últimas elecciones logró un 32,6%). La Liga, por su parte, ganaría con un 32%-36% (en 2018 fue respaldado por el 17,3% de los votantes), y podría formar gobierno con Forza Italia y Hermanos de Italia.
Salvini intenta provocar una caída del Ejecutivo para que haya elecciones anticipadas desde que rompió en agosto su alianza con el Movimiento 5 Estrellas, aunque entonces le salió el tiro por la culata porque Di Maio y los suyos se aliaron con el Partido Demócrata, evitando así los comicios. El líder de la Liga es consciente de que levanta simpatías y los sondeos le siguen dando la victoria, por lo que si gana en Emilia-Romagna podría intentar forzar de nuevo el adelanto electoral. Y es que sería su segundo triunfo tras ganar las regionales de Umbría el pasado mes de octubre.
"Las elecciones en Emilia-Romagna son una gran prueba, y perder supondría un duro golpe para la coalición de centro-izquierda", aseveran los expertos de Berenberg. Pueden darse dos escenarios: que no haya cambios en el Gobierno nacional o que la coalición se desmorone.
"El riesgo de perder las elecciones nacionales es el pegamento que mantiene unida a la coalición"
En caso de que el Gobierno del M5S y el PD siga adelante, Berenberg ve un 70% de posibilidades de que no haya nuevos problemas al menos hasta las próximas regionales de mayo/junio. Eso siempre y cuando el centroizquierda logre mantener Emilia-Romagna. "El riesgo de perder las elecciones nacionales es el pegamento que mantiene unida a la coalición", apuntan estos analistas, que creen que la dimisión de Di Maio puede hacer que el partido esté "más ansioso por aferrarse al poder para evitar una posible derrota desastrosa". Y si el centroizquierda pierde la región, todavía hay un 40% de posibilidades de que la coalición se mantenga.
Pero puede ocurrir que el Gobierno caiga. "A la inversa, el riesgo de que la coalición se derrumbe en el primer semestre de 2020 está entre el 30% (si el centroizquierda mantiene Emilia-Romagna) y el 60% (si la pierde)", afirma Berenberg. La firma alemana ve "poco amor" entre los socios de coalición y dice que desde que están en el poder "no han desarrollado sentimientos positivos el uno hacia al otro". Eso, unido al hecho de que la coalición "no ha sabido ganarse a los votantes" ni siquiera con el Presupuesto para este año, que no ha creado espacio fiscal para hacer ninguna concesión que pueda contentar al electorado, podría complicar las cosas.
"Si el PD pierde otro bastión regional, después de Umbría hace tres meses, podría llegar a la conclusión de que tiene más que perder si sigue en la coalición con el cada vez más débil Movimiento 5 Estrellas que si se arriesga a unas nuevas elecciones", concluye Berenberg.