El retraso en los ERTE impide a algunos trabajadores cobrar el paro hasta mayo

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La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, daba este jueves las cifras: había constancia de 246.335 ERTE. Pero podrían ser muchos más, ya que los funcionarios del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) no dan abasto. A esto se suma la deslocalización de los trámites. Hasta el cierre de marzo, el Estado había recibido solo 9.670 ERTE, mientras que el resto deben tramitarlos las CCAA.

En definitiva, una reguero de trámites y burocracia que está retrasando que los afectados puedan gestionar y cobrar la prestación que les corresponde en esta situación de alarma y crisis provocada por el coronavirus y que, según lo aprobado por el Gobierno, cubre hasta el 70% de la base regulatoria. Y es que, para que el empleado pueda solicitar la prestación, las empresas deben darles un número de expediente del ERTE que solo obtienen una vez está aceptado.

La autoridad laboral nacional o autonómica tramita estos expedientes en un plazo de cinco días previo informe de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social si es necesario, que igualmente tiene cinco días para resolver el trámite. Si en ese plazo no responde, se entiende que el ERTE está aprobado (silencio administrativo positivo), que es lo que está pasando en la mayoría de los casos... pero no tiene número. Y sin número, no hay prestación.

Varias CCAA han alargado el plazo a diez días porque no tienen capacidad para atender tantas solicitudes y quieren dar mayor seguridad a las empresas. Además, son las empresas las que tienen que tramitar la solicitud de la prestación de sus trabajadores ante el SEPE, lo que retrasa aún más la solicitud final. Todo esto hace que, a este paso, los afectados por los ERTE que sean presentados ahora no llegarán a tiempo para cobrar la prestación de abril, que se abona, como todos los meses, el día 10, lo que supondría que ya tendrían que esperar a mayo para recibirla.

Es cierto que desde el Ministerio han simplificado los trámites y basta con que las empresas rellenen un formulario. Por su parte, el SEPE asumirá la presunción legal de desempleo de los trabajadores para así agilizar aún más los trámites. Además, los trabajadores afectados no tienen que realizar ninguna gestión para solicitar la prestación. Ahora bien, "la implementación de dicha medida está resultando difícil, según transmiten las empresas envueltas en dichos procesos" a Cepyme, que también "se quejan de saturación del sistema de tramitación físico y electrónico y de la demora en la tramitación de los expedientes".

"A pesar de las modificaciones introducidas para agilizar su trámite, la condicionalidad de la medida, la rígida duración de ésta, la falta de homogeneidad entre las diferentes administraciones a la hora de aplicar la metodología o las distintas causas acreditativas para solicitar los ERTE en una situación general de paralización de la actividad ocasionada por la crisis del coronavirus, entre otros motivos, hacen que resulte una herramienta altamente compleja sobre todo para las pequeñas y medianas empresas", añaden.

620.000 AFECTADOS

Los datos del Ministerio de Trabajo señalan que a cierre de marzo se habían aprobado hasta 620.000 prestaciones a trabajadores afectador por un ERTE. Sin embargo, desde CEPYME señalan que los ERTE presentados, que no tramitados, hasta ahora afectan a casi 1,6 millones de trabajadores, de los que tan cerca de 720.000 trabajadores corresponden a pymes.

Asempleo, por su parte, estima que la cifra de trabajadores afectados por un ERTE rondará los 2,6 millones, un dato que aflorará en las estadísticas laborales a medida que las autoridades vayan procesando todas las solicitudes presentadas hasta la fecha. "La autoridad laboral no ha podido más que aprobar el 10% de las solicitudes que estimamos ha recibido en las dos últimas semanas", dicen.