El crecimiento manufacturero en la eurozona contrarresta con la desaceleración de los servicios
La recuperación económica de la zona euro flaquea en septiembre. Un crecimiento más acelerado de la producción manufacturera fue contrarrestado por una renovada desaceleración en el sector servicios, que a menudo fue vinculada con un resurgimiento en las tasas de infección por Covid-19. La actividad empresarial se estancó en toda la zona euro, revelando tendencias cada vez más divergentes entre los sectores y países.
El Flash del Índice PMI compuesto de la actividad total, elaborado por la consultora Markit y publicado este miércoles , registró su segunda caída mensual consecutiva en septiembre, al descender de 51,9 en agosto a 50,1, indicando tan sólo un aumento muy ligero de la actividad empresarial.
Tras recuperarse intensamente de los confinamientos en julio y, en menor medida, en agosto, desde entonces el índice PMI casi ha señalado una paralización de la economía al final del tercer trimestre ya que las crecientes tasas de infección y las persistentes medidas de distanciamiento social han afectado a la demanda, notablemente en el caso de los servicios de cara al público.
El crecimiento de la producción manufacturera se aceleró en septiembre hasta registrar su máxima velocidad desde febrero de 2018, impulsado por el aumento más marcado de los nuevos pedidos observado durante este periodo. Sin embargo, el sector servicios, que ya casi se había paralizado en agosto, registró la mayor contracción de la actividad desde mayo pasado, aunque el ritmo de declive fue mucho más débil que el observado durante lo peor de la pandemia.
Se produjo una reducción del nivel de empleo por séptimo mes consecutivo. Aunque la tasa de recorte de empleo se moderó aún más frente a la máxima récord registrada en abril pasado, el ritmo se mantuvo superior a los registrados desde junio de 2013, antes de la pandemia. Una atenuación del recorte de empleo en el sector manufacturero hasta su mínima desde febrero contrastó con un ligero incremento en la tasa de pérdida de empleo en el sector servicios, reflejando la divergencia entre las tendencias comerciales de los dos sectores.
Los pedidos pendientes cayeron a un ritmo ligeramente menor, mostrando un crecimiento alentadoramente robusto en el sector manufacturero simultáneamente con una disminución a un mayor ritmo en el sector servicios debido a la caída del volumen de nuevos pedidos recibidos en este último sector. Aunque la acumulación de trabajos por completar en el sector manufacturero apunta a crecientes presiones en la capacidad en ese sector, los datos del sector servicios sugieren que también se está desarrollando exceso de capacidad en este otro sector.
Por otra parte, los precios medios cobrados por los productos y servicios cayeron al ritmo más intenso desde junio pasado, registrando en su conjunto el séptimo mes consecutivo de caída, a medida que las firmas señalaron cada vez más la necesidad de ofrecer descuentos para fomentar las ventas. La caída de las tarifas se produjo a pesar de un nuevo aumento de los costes.
Los precios medios pagados aumentaron por cuarto mes consecutivo en septiembre, aunque sólo modestamente y a un ritmo ligeramente reducido en comparación con el de agosto. La caída de los precios de compra soportados por el sector manufacturero, que muchas veces se debió a la apreciación del euro, fue contrarrestada por un nuevo aumento de los costes en el sector servicios, que a su vez a menudo fue vinculado al aumento de los costes para protegerse del virus. La combinación del descenso de los precios de venta con el aumento de los costes indicó el mayor estrechamiento de los márgenes de beneficios desde diciembre de 2018.
Destaca la expectativa de que los trastornos generados por el Covid-19 se atenúen durante los próximos doce meses
Por países, Alemania continuó liderando la recuperación, aunque aún en este país un intenso aumento de la producción manufacturera, que creció al ritmo más rápido desde enero de 2018, fue contrarrestado por un declive de la actividad del sector servicios por primera vez desde junio pasado, provocando la segunda ralentización mensual consecutiva del ritmo de expansión. Entretanto, en Francia se observó el primer deterioro de la actividad total por primera vez en cuatro meses puesto que la decreciente actividad del sector servicios contrarrestó con creces un modesto aumento de la producción industrial.
En el resto de la región, la actividad total decreció por segundo mes consecutivo después del breve retorno al crecimiento observado en julio pasado, y el ritmo de declive se aceleró puesto que un mayor ritmo de contracción en la actividad del sector servicios se vio acompañado de un crecimiento más lento de la producción manufacturera. La reducción del recorte de empleo en Alemania y Francia en parte fue contrarrestada por mayores pérdidas de empleo en el resto de la región.
De cara al futuro, las expectativas comerciales para los próximos doce meses alcanzaron su máxima desde febrero, mejorando tanto en el sector manufacturero como en el sector servicios, y tanto en Alemania y Francia como en el resto de la zona euro en su conjunto. El optimismo se debió especialmente a la expectativa de que los trastornos generados por la COVID-19 se atenúen durante los próximos doce meses.
Desde Markit comentan que "es evidente que estamos en presencia de una economía de dos velocidades, puesto que las fábricas indican que el crecimiento de la producción fue impulsado por un aumento de la demanda, que proviene especialmente de los mercados de exportación y la reapertura del comercio minorista en muchos países, pero el sector servicios -de mayor amplitud- ha vuelto a decrecer, ya que especialmente las empresas de atención al público han sido afectadas por la intensificación de la inquietud por el virus".
"Las pérdidas de empleo también se aceleraron en el sector servicios a medida que más empresas ejercieron cautela por los costes y los gastos generales. Afortunadamente, en el sector industrial se ha observado una menor destrucción de empleo a medida que la presión en la capacidad comienza a emerger, lo que sugiere que la tasa de reducción de las plantillas en general ha alcanzado su punto máximo", añaden.
Concluyen que "es alentador observar una nueva mejora en las expectativas de las empresas para los próximos doce meses, pero este optimismo a menudo depende de que se reduzcan las tasa de infección, lo cual continúa lejos de ser una garantía para los próximos meses. En consecuencia, la principal preocupación en este momento gira en torno a si la debilidad de los datos de septiembre se intensificará hacia el cuarto trimestre, provocando una recaída hacia la recesión después de un repunte frustrantemente breve en el tercer trimestre".