Jeremy Hunt busca rellenar el agujero de 40.000 millones de libras en las arcas británicas
El giro fiscal de Reino Unido ha sido total, pero está a punto de alcanzar una nueva dimensión. El nuevo ministro de Finanzas británico, Jeremy Hunt, estaría estudiando un impuesto a la gran banca y a las empresas energéticas para intentar recaudar 40.000 millones de libras con los que tapar el gran agujero fiscal de las cuentas británicas.
Según avanzan medios como ‘The Financial Times’, el nuevo canciller de Finanzas incluirá esta medida en el presupuesto completo que dará a conocer el próximo 31 de octubre, del cual ya adelantó algunas medidas el pasado lunes, y en el que habló de “decisiones difíciles” que el Ejecutivo de la todavía primera ministra Liz Truss debería tomar en las próximas semanas.
Hunt, que ha dicho que no se opone "en principio" a los impuestos extraordinarios, está sopesando el nivel de impuestos que debería aplicarse a los bancos.
En la actualidad, los bancos pagan un tipo impositivo efectivo en el Reino Unido sobre sus beneficios del 27%, que incluye el impuesto de sociedades, fijado en el 19%, y un recargo bancario del 8%.
Según las fuentes de ‘FT’, algunos funcionarios del Tesoro británico han señalado que el Gobierno busca tener un sistema fiscal "competitivo" y que, incluso si Hunt redujera el recargo al 5%, seguiría dejando al sector con un tipo efectivo del 30%. Con ese nivel, el Tesoro podría esperar recaudar aproximadamente 500 millones de libras adicionales al año por parte de los bancos, aunque la cifra sería mayor si los beneficios aumentaran sensiblemente.
“No podemos comentar sobre especulaciones específicas, sin embargo, el canciller y el primer ministro han sido claros en que se requerirán decisiones difíciles para restaurar la estabilidad económica y ninguna opción está fuera de la mesa”, señalan las fuentes del diario británico.
Por otra parte, Hunt también considera prorrogar el impuesto sobre los beneficios extraordinarios de las empresas gasistas y petroleras más allá de 2025. Según esta información, de extenderse dos años más, el Tesoro podría recaudar más de 10.000 millones de libras, aunque esta cifra variaría en función de los precios futuros de la energía.
La medida recuerda a otras que están en marcha en Europa, como es el caso de España. En el caso del país peninsular, el Gobierno de Sánchez prevé imponer un impuesto temporal del 4,8% a los intereses y comisiones netas de las entidades financieras con ingresos superiores a 800 millones de euros y otro del 1,2% a las ventas totales de las energéticas que ingresen más de 1.000 millones de euros anuales. La idea del Ejecutivo español es recaudar 2.000 millones de euros al año de los beneficios extraordinarios de los ejercicios fiscales 2022 y 2023.
De acuerdo con estas informaciones, Hunt habría señalado en una reunión del gabinete que los ministros tendrían que ejercer un estricto control del gasto, al tiempo que intenta demostrar a los mercados financieros que puede controlar el déficit británico.
En respuesta, Ben Wallace, secretario de Defensa, y James Heappey, su adjunto, indicaron que podrían dimitir si Liz Truss revoca la promesa de aumentar el gasto en defensa hasta el 3% del producto interior bruto (PIB) para 2030. La primera ministra se está enfrentando a una enorme presión dentro de su partido, ya que cada vez son más las voces que piden su dimisión.
“Una vez que comienzan las dimisiones y las cartas de confianza llegan al comité central del partido, suele ser cuestión de tiempo que el primer ministro dimita”, indican desde Berenberg, “Probablemente, a la hora de elegir un sustituto, los conservadores intentarán buscar a alguien que cuente con la confianza de los mercados, es decir, el excanciller Rishi Sunak, que perdió frente a Truss en la reciente carrera por el liderazgo, o al propio Hunt, cuya figura parece estar creciendo tras su reciente actuación”.