El crecimiento del PIB en el último trimestre de 2018 cayó a una tasa trimestral del 0,2%
La economía británica se desaceleró en el último trimestre de 2018, tal y como se esperaba, situando el crecimiento en 2018 en su punto más débil en seis años. Esto se debió a las preocupaciones por el Brexit, que golpearon la inversión, según han mostrado las cifras oficiales este lunes.
El crecimiento del producto interno bruto en el último trimestre de 2018 cayó a una tasa trimestral de 0,2% desde el 0,6% del trimestre anterior. Este dato estuvo en línea con el pronóstico del consenso de economistas de Reuters, aunque fue ligeramente más débil de lo que el Banco de Inglaterra estimó la semana pasada.
"El PIB se ralentizó en los últimos tres meses del año, con fuertes caídas en la fabricación de automóviles y productos de acero, y con la construcción también en declive", dijo Rob Kent-Smith, estadista de la ONS (Office for National Statistics).
Para el conjunto de 2018, el crecimiento cayó a su nivel más bajo desde 2012, con un 1,4%, frente al 1,8% en 2017. Las exportaciones sufrieron por la debilidad global y por la preocupación, cada vez mayor, de los consumidores y las empresas por la falta de un plan para cuando Gran Bretaña abandone la Unión Europea el 29 de marzo.
El Banco de Inglaterra redujo la semana pasada su pronóstico de crecimiento para este año en 0,5 puntos porcentuales, hasta el 1,2%, en el que sería el año más débil desde la recesión de 2009.
En los últimos meses de 2018, la preocupación por la ralentización mundial afectó al crecimiento de las principales economías, debido en parte a las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, mientras que el Brexit ha sido un reto añadido para Reino Unido.