La zona euro se enfrentará diferentes desafíos en 2022, según prevén en Oxford Economics
La recuperación económica en la eurozona siguió adelante en los últimos meses de 2021, pero se enfrentará a diferentes desafíos en 2022. Es lo que creen los expertos de Oxford Economics, que apuntan al gasto de los consumidores como un pilar en el que descansan las expectativas de crecimiento.
"La enorme cantidad de ahorros acumulados durante la pandemia y el notable repunte de los mercados laborales siguen siendo un argumento convincente para que el consumo crezca con fuerza el próximo año, a menos que el estado de ánimo de los consumidores se ponga amargo de repente", dicen.
Prevén que aún habrá otro año de crecimiento robusto, pero es probable que la recuperación sea entrecortada debido a los resurgentes riesgos del Covid-19, los problemas de las cadenas de suministro y el aumento de los precios de la energía. Si el Producto Interior Bruto (PIB) se expande alrededor del 4% marcaría el segundo mejor año de crecimiento en la historia de la eurozona.
"Nuestro pronóstico sigue descansando en gran medida sobre los hombros de los consumidores". Esperan que el gasto crezca alrededor del 6% en 2022, "siendo con diferencia el motor más fuerte de nuestro pronóstico de crecimiento del PIB". La visión optimista de los expertos se basa en dos dinámicas básicas: las perspectivas positivas de ingresos reales en 2022 y la gran cantidad de ahorros acumulados por los hogares.
Además, estiman una mejora en la renta disponible. Como explican, los datos de empleo han sorprendido constantemente al alza. "Teniendo en cuenta la caída del PIB, el impacto de la pandemia en el mercado laboral ha sido históricamente benigno. Esperamos que para finales de 2021 la eurozona haya recuperado casi la totalidad de los 5 millones de puestos de trabajo perdidos durante la crisis". Prevén otro año sólido de crecimiento del empleo, con la creación de 1,2 millones de puestos de trabajo adicionales en 2022. "Esto debería traducirse en un buen año para la renta disponible, que vemos expandiéndose por encima del 3%. En términos reales, nuestra expectativa de que la inflación se modere el próximo año significa que las ganancias en el poder adquisitivo de los hogares deberían ser mayores en 2022 que este año", destacan.
También subrayan otro pilar importante que marcará el consumo en 2022: el exceso de ahorro, "un factor que venimos destacando como clave para la recuperación desde principios de año". Los hogares de la zona euro han acumulado más de 800.000 millones de euros en ahorros en exceso durante la pandemia, lo que representa casi el 15% del consumo privado en 2020. "La magnitud de esta enorme suma significa que gastar incluso una parte relativamente modesta (suponemos que alrededor del 20% del ahorro total en exceso será gastado a finales de 2025) debería traducirse en un aumento considerable del consumo".
En general, los balances de los hogares europeos están en mucho mejor estado saliendo de esta crisis que los anteriores, lo que prepara el escenario para una recuperación más sólida, afirman en Oxford Economics. Aún así, existe incertidumbre sobre cuánto estarán dispuestos a gastar los hogares una vez que su índice de ahorro vuelva a niveles históricos.
"Creemos que el hecho de que una gran proporción del exceso de ahorro fue forzado y no voluntario hace que sea mucho más probable que los hogares estén dispuestos a gastar sus reservas. Además, la mayor parte del exceso de ahorro lo han acumulado los hogares más ricos, que también han disfrutado de un aumento de los precios de la vivienda y de las acciones durante los últimos 18 meses. Aunque los consumidores generalmente tienen una menor propensión marginal a gastar fuera de la riqueza, estos hogares de mayores ingresos disfrutan actualmente de una tasa de ahorro que está muy por encima de su promedio histórico y también se ven menos afectados por el aumento de la inflación, lo que les da una pista más amplia para gastar", declaran.
Sin embargo, su escenario optimista para el consumo no está exento de riesgos, ya que la situación sanitaria seguirá dando forma a las perspectivas de los consumidores y el resurgimiento del Covid-19 durante los meses de invierno ya está ejerciendo suficiente presión sobre los sistemas sanitarios como para justificar la reimposición de restricciones en algunos países.
"Pero las tasas variables de vacunación significarán diferentes niveles de gravedad. Por lo tanto, es probable que seamos testigos de una creciente heterogeneidad en las respuestas de los gobiernos, ya que los países altamente vacunados pueden evitar las medidas más estrictas e imponer restricciones más leves". Pero no se trata solo de restricciones. "Un severo deterioro de la situación sanitaria podría desencadenar un segundo riesgo importante: los consumidores deciden voluntariamente limitar las actividades de contacto intensivo. Creemos que este riesgo está limitado por la protección que ofrecen las vacunas", aseguran.
No obstante, la velocidad a la que se está desarrollando el último aumento de infecciones está forzando una respuesta de los gobiernos "más rápida de lo que habíamos anticipado, con la aparición de la variante Ómicron agregando otra amenaza. Con los consumidores cansados y tras asumir hasta hace poco que lo peor de la pandemia había pasado, el estado de ánimo podría volverse amargo muy rápidamente a medida que nos damos cuenta de que nos enfrentamos a otro invierno duro", avisan los analistas.
A todo este escenario hay que sumar los precios, que persistirá al alza durante meses. "Los consumidores también están cada vez más nerviosos por una mayor inflación".
Aunque la situación en Europa no es completamente comparable a la de EEUU, ya hemos visto cómo la alta inflación puede deprimir la confianza del consumidor incluso cuando la economía está creciendo con fuerza. "Los consumidores europeos encontrarán poco alivio a corto plazo, ya que el retraso en el traspaso del aumento de los precios de la energía mantendrá la inflación de la eurozona cerca del 4% en los próximos meses. La inflación debería comenzar a moderarse a principios de 2022, pero aún se mantendrá por encima del 3% al menos durante el primer trimestre de 2022", estiman.
De hecho, ven una alta probabilidad de que la "baja inflación" regrese a fines del próximo año. "Esperamos que la inflación caiga rápidamente en la segunda mitad del próximo año, dirigiéndose hacia el 1% en el cuarto trimestre de 2022 y a principios de 2023".