El incremento de dosis no se ve reflejado en los beneficios de Astrazeneca, Pfizer y Moderna
Mientras que la distribución de las vacunas contra el Covid-19 se está acelerando en todo el mundo, las grandes farmacéuticas no están obteniendo grandes beneficios. Todo parece indicar que en plena emergencia sanitaria los ingresos han pasado a un segundo plano ante la existencia de un objetivo mayor: inmunizar a la población a toda costa.
No se refleja en el precio de las acciones de las empresas que las vacunas contra el Covid-19 son un éxito. Y, además, ocurre en un momento en el que las campañas de vacunación están imparables.
El mercado, sin embargo, mira si el éxito de las vacunas desde el punto de vista de la salud pública hará ganar dinero a las empresas que las han desarrollado y a sus accionistas. Hasta ahora, el bien común ha superado a los beneficios y Astrazeneca, Pfizer y Moderna no están obteniendo ingresos que muestren sintonía con los recientes aumentos de dosis, según el informe '¿Quién está ganando dinero con las vacunas contra el Covid-19?' de la gestora Schroders.
De esta manera, los tres desarrolladores han considerado esta primera fase de la campaña de vacunación como un acto de servicio público. El ejemplo más evidente es AstraZeneca, que produce su vacuna sin ánimo de lucro. Pfizer y Moderna, por su parte, no están cobrando precios comerciales reales por sus vacunas y no están obteniendo beneficios sustanciales en esta primera fase.
En concreto, Pfizer y Moderna cobran unos 39 dólares por su vacuna de dos dosis en Estados Unidos, y AstraZeneca cobra entre 4,30 y 10 dólares por su vacuna de dos dosis. Esto se explica a partir del desembolso que están haciendo los estados para conseguir la vacunación completa de su población. Una sintonía entre gobiernos y empresas marcada y fuerte, en la que se prioriza conseguir el bien de la comunidad.
En este contexto, la suerte es diferente para las empresas que participan en el proceso de producción. El contrato social acaba en el negocio de la producción con empresas que participan a un nivel mucho más comercial, con precios fijados y un mayor beneficio financiero de esta fase en la distribución de las vacunas.
INICIATIVA COVAX: BIEN COMÚN PARA TODOS
Aun así, los desarrolladores de vacunas también han acordado proporcionar dosis a COVAX a un precio sin ánimo de lucro. La iniciativa surge para garantizar que los países de ingresos bajos tengan acceso equitativo a las vacunas contra el Covid-19.
El mensaje de la Organización Mundial de la Salud ha sido, desde el inicio, una lucha constante hacia el bien común. "Cuando una pandemia avanza rápidamente, nadie estará salvo a menos que todo el mundo lo esté", recoge el organismo.
La contribución es conjunta y Pfizer y Moderna, por ejemplo, han acordado proporcionar 40 millones de dosis este año a COVAX, mientras que AstraZeneca va a proporcionar, al menos, 170 millones.
EL FUTURO PROMETE
Una nueva fase en la producción y distribución de vacunas puede comenzar ante la existencia de nuevas variantes. En esa próxima fase, los desarrolladores como Pfizer/BioNTech y AstraZeneca van a pensar en estas vacunas en términos más comerciales.
Un periodo en el que todos pueden ganar: las compañías de la cadena de suministro seguirán beneficiándose y los desarrolladores se unirán a las ganancias con una posible vacuna combinada contra la gripe y el Covid-19.