¿Qué traerá 2024? "Inflación y rendimientos más bajos y un retroceso del dólar"

Los analistas de Generali Investments realizan sus proyecciones de cara al año que viene

Aitor Pereira
Bolsamania | 06 ene, 2024 06:00 - Actualizado: 11:15
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EUROPA PRESS/CEDIDA - Archivo

El cambio de año es una fecha propicia para hacer balance de lo pasado y proyecciones de lo que está por venir, y eso es precisamente lo que han hecho los analistas de Generali Investments, quienes además identifican los principales temas que actuarán como catalizadores de los mercados financieros mundiales.

"Los inversores empezaron 2023 con demasiado pesimismo. Parece haber una mayor variedad de opiniones para 2024, pero en general prevalecen las de quienes auguran una inflación y unos rendimientos más bajos, recortes de los tipos de interés y una inclinación de la curva, un retroceso del dólar y una leve caída de la renta variable", destacan desde la firma.

El escenario base que proyectan contempla que en este 2024 llegarán los primeros recortes de tipos a ambos lados del Atlántico, y argumentan que, "a medida que aumentan las evidencias de que las presiones sobre los precios se están relajando, los principales bancos centrales han alcanzado los tipos máximos".

"Sin embargo, es probable que se trate de una meseta prolongada hasta bien entrado 2024. Es improbable que la inflación subyacente caiga por debajo del 3% antes de mediados de 2024. Los bancos centrales evitarán declarar una victoria prematura sobre la inflación", añaden.

Según su criterio, es "alarmante que la relajación de las condiciones financieras no haga sino retrasar los recortes de los tipos de interés oficiales", ya que esta situación "crea un mecanismo de autocorrección que podría acabar reduciendo la volatilidad de los tipos en el primer semestre de 2024".

"Esperamos que los primeros recortes de tipos en EEUU y la eurozona lleguen como muy pronto en junio. El Banco de Japón contrarrestará la tendencia mundial a la relajación con una primera subida de tipos, probablemente en el segundo semestre", vaticinan.

En lo que respecta a la geopolítica, subrayan que 2023 y su predecesor han supuesto el fin de los últimos 20 años de "notable estabilidad", un periodo que va "desde la invasión de Irak en 2003 hasta principios de 2022".

De esta manera, aseguran que "la guerra de Ucrania y el conflicto entre Israel y Palestina pueden haber marcado el comienzo de una era más volátil, a medida que el mundo transita hacia un nuevo orden multipolar".

"Entre los riesgos de 2024, la OPEP+ podría reducir aún más la producción de petróleo para hacer subir los precios, erosionando aún más el apoyo a los partidos mayoritarios y a las políticas climáticas en las elecciones clave europeas (junio) y estadounidenses (noviembre). Las tensiones entre China y EEUU podrían aumentar durante la campaña electoral estadounidense y agravarse aún más en caso de victoria de Trump", manifiestan.

Visto desde un ángulo positivo, valoran que "los titulares pueden virar hacia una estabilidad global y una desescalada", aunque "cualquier avance diplomático en Ucrania sería una sorpresa positiva para los mercados europeos".

"Con todo, estamos de acuerdo en que los rendimientos de los bonos terminarán 2024 por debajo de los futuros actuales, pero esperamos que la caída sea limitada (especialmente en el primer semestre de 2024) dadas las consideraciones de oferta, el posicionamiento de los inversores, la lenta desinflación y las tendencias seleccionadas de los bancos centrales", declaran.

Además, ven "poco valor en adelantarse a los recortes de tipos y ponderar agresivamente los activos de riesgo antes de tiempo, dados los actuales precios de 'Ricitos de Oro', los riesgos económicos y la reticencia de los bancos centrales a que las condiciones financieras se relajen demasiado rápido".

"El lado positivo es que la volatilidad de los tipos se reducirá drásticamente desde niveles aún elevados, y esperamos que el 'investment grade' se beneficie tanto de las condiciones fundamentales como de las técnicas. Los sectores muy apalancados siguen expuestos a una reacción retardada a las subidas masivas de tipos de 2022 y 2023. La geopolítica es un comodín, pero los riesgos tienen dos caras", aseveran.

TENDENCIAS ESTRUCTURALES

Los analistas de Generali Investments también identifican "varias fuerzas que están emergiendo a un primer plano", entre las que destacan el cambio climático, que "se ha acelerado" propiciando "anomalías récord de temperatura".

"Cabe esperar, entre otras cosas, una carga creciente para las finanzas públicas, un impacto adverso en la combinación crecimiento-inflación y nuevos retos para las aseguradoras. Las elecciones son una amenaza para los maltrechos valores de las energías renovables, pero unos tipos de interés más bajos deberían ayudar", valoran.

En segundo lugar se fijan en la desglobalización, que "puede ser exagerada", si bien cabe tener en cuenta la presencia del 'friend-shoring' y del 'de-risking'. En general, aseguran que "la erosionada competitividad europea sigue siendo motivo de preocupación".

Otro tema que seguirá marcando los mercados es la inteligencia artificial, que "está saliendo al rescate de las malas tendencias de productividad, pero su efecto será gradual en los próximos años".

Por último, recomiendan tener en cuenta el "aumento de los rendimientos reales", que "junto con el débil crecimiento del PIB real, constituye un mal cóctel para la sostenibilidad de la deuda soberana". "El clima y las necesidades de gasto militar añaden leña al fuego: un riesgo de cola más gordo para la eurozona, dada la ausencia de unión fiscal", concluyen.

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