Moncloa deja en manos de los vicepresidentes el seguimiento de los acuerdos del 20 de diciembre
La presentación oficial de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) ha acelerado los trámites para dar seguimiento a las relaciones bilaterales entre Moncloa y la Generalitat. El Govern catalán perseguía una segunda reunión entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Generalitat, Quim Torra, con un formato que emulara al de la 'mini-cumbre' del 20 de diciembre para dar continuidad a los acuerdos de su encuentro en el Palau de Pedralbes de Barcelona. Pero ha visto rebajadas sus expectativas a una sesión de trabajo entre vicepresidentes que se celebrará este jueves.
El vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès; la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, y la portavoz del Govern, Elsa Artadi, se reunirán para sentar las bases de una próxima cumbre, esta sí, entre representantes de ambos ejecutivos. La voluntad de Artadi era que el encuentro entre Sánchez y Torra se hubiera celebrado a medidos de enero, aunque fuentes del Govern ubicaron la fecha hacia finales de mes. Ni lo uno ni lo otro, por ahora serán ellos tres los encargados de dar continuidad al diálogo entre administraciones, en vista a que los líderes de ambos gobiernos se vuelvan a reunir más adelante.
La semana pasada, la consellera ya descartó que hubiera contactos con Moncloa para propiciar una entrevista durante la visita del fin de semana del presidente del Gobierno a Barcelona para presentar los Presupuestos. Si avanzó, no obstante, que se habían retomado los contactos con Moncloa para trabajar el "formato y metodología" de la reunión de vicepresidentes que también estaba prevista.
Pero el Ejecutivo español ha querido dominar los tempos y no ha despejado la agenda de Calvo hasta que no ha tenido el proyecto presupuestario sobre la mesa. Con los 2.251 millones de euros que contempla en inversiones en la comunidad (el 18,5% de la aportación del PIB catalán al Estado), la vicepresidenta se ha armado de razones para exigir al Govern su apoyo parlamentario a las cuentas.
LOS TEMAS SOBRE LA MESA
Aunque a nadie escapa que Calvo sacará pecho de la promesa de 2.050 millones de euros de nuevas inversiones más los 200 millones de la deuda histórica del Gobierno con Cataluña que entrañan las cuentas socialistas, sobre la mesa tendrán otras cuestiones más allá del respaldo en el Congreso que tanto ERC y el PDeCAT han descartado brindar a las cuentas. Tanto republicanos como postconvergentes se inclinan, a día de hoy, a no permitir, tan siquiera, que el proyecto entre a trámite. Los grupos parlamentarios tienen de plazo hasta el 12 o 13 de febrero para presentar enmiendas y las bancadas independentistas han amenazado con hacerlo a la totalidad.
Sus reivindicaciones no han cambiado en las últimas semanas. ERC sigue demandando "gestos de Sánchez" y el PDeCAT exige una mesa bilateral sobre la autodeterminación. El expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha cerrado filas en este sentido, además de insistir en la idea de una mediación internacional para Cataluña, además de crear una mesa bilateral para vigilar el cumplimiento de las inversiones previstas en los PGE. En esta misma línea se ha expresado Artadi: "la Generalitat planteará al Gobierno crear una mesa de negociación con la presencia de mediadores o testigos "neutrales", si es necesario por ambas partes, para aportar transparencia a los encuentros que se produzcan.
Al finalizar la reunión del 20 de diciembre el comunicado conjunto de Gobierno y Generalitat no detalló propuestas concretas ni soluciones más allá del compromiso de buscar una "propuesta política" para desencallar el conflicto en Cataluña que tenga un amplio apoyo de los ciudadanos y se materialice desde la seguridad jurídica, es decir, con respeto a la ley. Después, Torra envió 21 propuestas a Sánchez, que este calificó de "monólogo". Un mes después toca enhebrar la aguja y acabar de lubricar las relaciones para que los socialistas logren por lo menos que se tramiten sus cuentas, lo que les dará tiempo hasta marzo, cuando tocará votarlas.