El presidente interino de la Cámara Baja, Waldir Maranhão, ha decidido anular el juicio político lanzado contra la presidenta brasileña
Brusco giro político en Brasil. El presidente interino de la Cámara de Diputados, Waldir Maranhão, ha decidido anular este lunes el proceso de 'impeachment' (juicio político) lanzado contra la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, en el Congreso. Según informa el diario local 'Folha', Maranhão sostiene que la votación llevada a cabo en la Cámara Baja para impulsar el 'impeachment' sobrepasó los límites de la denuncia contra Rousseff por un 'crimen de responsabilidad'.
El delito que se le imputa a Rousseff es aumentar el gasto público en plena campaña para la reelección en 2014
El delito que se le imputa a Rousseff es aumentar el gasto público en plena campaña para la reelección en 2014 sin recabar antes la autorización del Congreso, lo que se conoce popularmente como 'pedaladas fiscales'. Por otra parte, como recoge Europa Press, para Maranhão el debate en la cámara baja se centró en la presunta implicación de Rousseff en el escándalo de corrupción en Petrobras, cuestión que no está comprendida en la denuncia del 'impeachment'.
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Maranhão llegó al cargo la semana pasada, después de que el Tribunal Supremo decidiera cesar a Eduardo Cunha, impulsor del juicio político contra la presidenta, por usar la Cámara de Diputados en beneficio propio. Maranhão es aliado del gobernador del estado homónimo, Flávio Dino, uno de los principales apoyos de la líder izquierdista.
EL PRESIDENTE DEL SENADO MANTIENE VIVO EL 'IMPEACHMENT'
El presidente del Senado de Brasil, Renan Calheiros, ha rechazado la orden de su homólogo de la Cámara de Diputados, Waldir Maranhão, de devolver el 'impeachment' contra Dilma Rousseff a la cámara baja
El presidente del Senado de Brasil, Renan Calheiros, ha rechazado la orden de su homólogo de la Cámara de Diputados, Waldir Maranhão, de devolver el 'impeachment' contra Dilma Rousseff a la cámara baja por "vicios" en las votaciones, manteniendo así el ritmo del proceso de juicio político contra la presidenta brasileña, tal y como recoge Europa Press. Calheiros ha calificado de "absolutamente intempestiva" la decisión de Maranhão. "Aceptar este juego en la democracia sería comprometerme personalmente en un retraso del proceso, y no corresponde al presidente del Senado decidir si el proceso es justo o injusto", ha esgrimido.
De esta forma Calheiros ha desestimado el intento de la Cámara Baja de recuperar el 'impeachment' para celebrar una nueva votación en la que se decida sobre continuidad, lo que brindaría una segunda oportunidad a Rousseff tras el ajustado resultado de la primera ronda. Así las cosas, el calendario del 'impeachment' sigue según lo previsto, de modo que el próximo miércoles arrancará la votación en el pleno del Senado para decidir --con una mayoría simple de al menos 41 de los 81 senadores-- si abre un juicio político contra Rousseff por irregularidades contables.
En este escenario, Rousseff quedaría cesada temporalmente y su vicepresidente, Michel Temer, también amenazado por un 'impeachment' por autorizar créditos públicos sin el consentimiento del Congreso, asumiría el cargo de forma interina.Tras una investigación de un máximo de 180 días, se celebraría un juicio político en el Senado dirigido por el presidente del Tribunal Supremo. Si dos tercios de los senadores (54), habiendo un quórum de 42, respaldan la destitución, ésta será definitiva.
ESCÁNDALO EN LA POLÍTICA BRASILEÑA
A la mandataria le ha sido complejo sobrevivir políticamente frente al mayor escándalo de corrupción que ha vivido Brasil y a la peor recesión del país desde la década de 1930, según Reuters. Su salida marcaría también el final de 13 años de gobierno del Partido de los Trabajadores, iniciados bajo la administración de su mentor y predecesor, Luiz Inácio Lula da Silva.
A Rousseff no se le ha acusado de corrupción, su Gobierno ha sido afectado por un gran escándalo de sobornos en la Petrobras, además de la recesión. Los detractores de la impugnación afirman además que a Rousseff se la acusa de esta maniobra presupuestaria aplicada comúnmente por muchos funcionarios electos en Brasil, apunta por su parte Reuters.
En todo caso, la batalla por el juicio político ha paralizado las iniciativas gubernamentales en Brasilia, a menos de cien días de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro y en medio de una batalla contra la epidemia del virus del Zika, que ha sido asociado con defectos de nacimiento en recién nacidos.
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