Mientras el componente energético registra un descenso, los demás no dan señales de remitir
El problema de la subida de precios sigue siendo grave en la eurozona. Mientras el componente energético registra un descenso, los demás no dan señales de remitir. Es más, los precios de los servicios todavía dan muestra de una perspectiva sombría de la inflación para el Banco Central Europeo (BCE).
Así lo destacan los expertos de Danske Bank. "A pesar de la disminución de la inflación subyacente, las presiones sobre los precios de los servicios impulsadas por mercados laborales ajustados y, por lo tanto, un poder de negociación cada vez más fuerte, en particular de los trabajadores, aún dibujan una perspectiva de inflación sombría para el BCE", dicen.
Consideran que, en general, los costes de un mayor crecimiento de los salarios que se materialicen en la zona euro podrían repercutir en los precios, "lo que provocaría que los consumidores pagaran más, lo que alimentaría una espiral inflacionista al alza, acompañada de que los hogares comenzaran a desanclar las expectativas de inflación".
Por lo tanto, creen que esta "dinámica de salarios y precios podría generar preocupación para el BCE en términos de presiones inflacionistas de segunda ola".
A la espera de que Eurostat, la oficina de estadística comunitaria, publique los últimos datos, las cifras dadas hasta ahora muestran que el Índice de Precios de Consumo (IPC) de la zona euro repuntó en abril hasta el 7%, mientras que el índice subyacente cayó levemente, hasta el 5,6%.
El componente energético viene registrando descensos. Sin embargo, "este efecto de base favorable se disipará en los próximos meses", opina Enguerrand Artaz, gestor de fondos de La Financière de l'Echiquier, que también señala que "los demás componentes de la inflación no dan señales de remitir". Como añade, "mientras que la subida de los precios de los bienes empieza tímidamente a ralentizarse, la de los servicios sigue acelerándose. Y las perspectivas para este último componente siguen siendo alcistas, mientras que la inflación salarial sigue aumentando en la unión monetaria".
Así pues, apunta a que "el problema inflacionista sigue siendo especialmente grave en la eurozona", con lo que el BCE "aún tiene mucho camino por recorrer". De hecho, en Pantheon Macroeconomics avisan de que la inflación de los servicios es "el principal riesgo alcista" para que el ciclo de subidas de tipos par parte del del BCE continúe más allá de julio.