El consenso de analistas esperaba un repunte hasta el 2,5%
El índice de precios de producción (IPP) de Estados Unidos ha caído en mayo hasta el 2,2% en tasa interanual, lo que supone un descenso desde el 2,3% de abril, que ha sido revisado al alza en una décima, según los datos que publica este jueves la Oficina de Estadísticas Laborales estadounidense. El dato se ha quedado por debajo de las previsiones de consenso, que anticipaban un incremento hasta el 2,5%.
Por su parte, la tasa mensual dejó un retroceso del 0,2% en mayo, frente al incremento del 0,5% registrado en abril. Este indicador ha mejorado también las previsiones de consenso, que apuntaban a una subida del 0,1% en el quinto mes del año.
Según el organismo que difunde los datos, "la disminución de los precios de demanda final en mayo se puede atribuir a una caída del 0,8% en el índice de bienes de demanda final", mientras que el coste de los servicios de demanda final se mantuvo sin cambios en el mes.
El índice de demanda final menos alimentos, energía y servicios comerciales se mantuvo sin cambios en mayo, por lo que se frena desde el incremento del 0,5% de abril. Este registro deja la tasa interanual en el 3,2%.
Dentro de los bienes de demanda final, la caída del 0,8% en mayo, que fue la mayor para un mes desde octubre del año pasado, se debe principalmente a "una caída del 7,1% en los precios de la gasolina". Los índices de combustible diésel, huevos de gallina, energía eléctrica, combustible para aviones y productos químicos orgánicos básicos también registraron caídas. Por el contrario, los precios de los cigarrillos subieron un 3,3%.
En lo que respecta a los servicios, se registraron incrementos en el precio del comercio minorista de alimentos y alcohol, la atención ambulatoria, la venta al por menor de automóviles y también la venta al por menor de prendas de vestir, calzado y accesorios. Por el contrario, el coste de los servicios de pasajeros de las aerolíneas cayó un 4,3%.
Dentro de la demanda intermedia, el índice de bienes procesados bajó un 1,5% en mayo, mientras que los precios de los bienes no elaborados descendieron un 1,8% y los de los servicios treparon un 0,1%.
Desde Oxford Economics apuntan que "los precios al productor confirmaron el alentador IPC de mayo y apuntan a una lectura benigna del indicador de inflación preferido de la Reserva Federal", el PCE.
"Esto respalda nuestra opinión de que la Reserva Federal recortará las tasas dos veces este año, a partir de septiembre. La Fed todavía necesitará un par de meses más de cifras de inflación bajas para tener confianza en que la inflación está volviendo de manera sostenible a su objetivo", detallan.
Este jueves se han publicado también las peticiones de desempleo en EEUU para la semana finalizada el 8 de junio, que han alcanzado las 242.000, lo que supone un ascenso de 13.000 en relación al nivel de los siete días previos, según los datos del Departamento de Trabajo estadounidense. Esta cifra se ha quedado por encima de las 225.000 peticiones anticipadas por el consenso.
La tasa de desempleo fue del 1,2%, sin cambios desde la semana anterior, y la cifra de trabajadores desempleados ascendió hasta los 1.820.000, lo que supone un incremento de 30.000 con respecto al periodo previo.
Las tasas de desempleo más altas se registraron en Nueva Jersey (2,3%), California (2,1%), Washington (1,7%), Massachusetts (1,6%), Rhode Island (1,6%), Illinois (1,5%), Nueva York (1,5%), Alaska (1,4%), Connecticut (1,4%), Nevada (1,4%), Pensilvania (1,4%) y Puerto Rico (1,4%).
Los mayores aumentos en las solicitudes se produjeron en Minnesota (+2.788), California (+1.974), Ohio (+1,692), Pensilvania (+1,566) y Florida (+784), mientras que las mayores disminuciones tuvieron lugar en Michigan (-2,706), Texas (-1.822), Tennessee (-1.295), Nueva York (-1.016) y Georgia (-809).
Los analistas de Oxford Economics aseguran que "el aumento de las solicitudes puede ser otra señal de que las condiciones del mercado laboral se están relajando".
"Si bien los despidos siguen siendo bajos, un aumento en las solicitudes puede indicar que quienes pierden sus empleos están solicitando beneficios porque les resulta más difícil conseguir nuevos empleos. Eso sería coherente con un ritmo más lento de contratación y menos trabajadores que dejarían sus puestos de trabajo", concluyen.