La revalorización de las acciones tipo A de Berkshire en los últimos 30 años es del 7.700%
Los inversores no tienen demasiadas dudas a estas alturas de cómo es gestionado Berkshire Hathaway de la mano de Warren Buffett. Pero cuando el CEO de 86 años falte, hay algunas cosas que su sucesor (¿Greg Abel?, ¿Ajit Jain?) deberían tener en cuenta.
La verdad es que a Warren Buffett no le ha ido nada mal como inversor, y así lo refleja la evolución de las acciones de su empresa, que han pasado de valer 3.100 dólares en 1987 a 242.000 dólares en la actualidad. La revalorización de los títulos es espectacular. Si en el año 1987 hubiese invertido 10.000 dólares en las acciones tipo A de Berkshire, ahora mismo podría venderlas por 780.000 dólares, con una rentabilidad del 7.720%.
En los mismos años, a uno de los principales índices de referencia en EEUU, el S&P 500 tampoco está mal. Sin embargo, la diferencia de rentabilidad entre haber invertido entre las acciones de Berkshire y el compuesto de los 500 mayores títulos de Estados Unidos es notable, con más de 7.000 puntos porcentuales de variación.
Buffett destaca que: “La primera opción de la dirección de una empresa debe ser examinar la posibilidad de invertir en mejorar los negocios actuales”. El famoso inversor señala que esta es una tarea difícil de llevar a cabo, y que él mismo se ha equivocado en numerosas ocasiones, como cuando se pasó 20 años invirtiendo en su infructuoso negocio textil.
MÁS INVERSIÓN Y MÁS FLUJO LIBRE OPERATIVO
Después de reinvertir en los negocios propios la segunda opción es buscar oportunidades en el mercado. 2008 marca un año récord de inversión por parte de Berkshire, con 32.000 millones de dólares invertidos.
En tercer lugar, Buffett destaca como la siguiente forma más inteligente de reinvertir el capital disponible la recompra de acciones. “La recompra disciplinada de acciones es la forma más segura de utilizar los fondos inteligentemente”. Berkshire tenía establecido no pagar más de un 110% del valor contable de sus acciones por una recompra, aunque en 2012 ampliaron en criterio hasta el 120% al considerarlo poco realista.
En su carta anual a inversores en marzo de 2013, publicada en la web de Berkshire, Buffett dedicaba 2.000 palabras a explicar a sus accionistas el razonamiento de por qué no paga dividendos. De hecho, un año más tarde, los accionistas votaron y apoyaron su punto de vista.
A pesar de las grandes adquisiciones de Berkshire durante los últimos años, la compañía ha seguido aumentando anualmente su margen operativo, elevándolo hasta los 32.500 millones de dólares en los últimos resultados trimestrales de septiembre.
A lo largo de su vida inversora, Buffet se ha diferenciado del resto por muchos motivos, aunque uno de los que más destaca es la decisión de no repartir dividendos entre los accionistas de Berkshire. Al ‘Oráculo de Omaha’, como es conocido por muchos inversores, le ha funcionado esta estrategia, y ha conseguido demostrar a sus accionistas que se obtiene mejor rendimiento reinvirtiendo los beneficios.
UNA CARTERA QUE NO PARA DE CRECER
Entre las principales participaciones de Berkshire se encuentran empresas como Kraft Heinz (22% de la cartera), Wells Fargo (16%), Coca Cola (13%), IBM (10%), American Express o Apple. La valoración total de esta cartera es de en torno a 129.000 millones de dólares.
La cartera de Buffet está enormemente diversificada, pero hay dos sectores que se llevan la palma: el de los productos de consumo (37%) y el financiero (32%). A pesar de haberse mostrado siempre reacio a adquirir compañías tecnológicas, este sector supone el 13% de su cartera, mientras que la energía significa el 5%.
Con estos datos, se traslada una enorme presión a los quien quiera que sea el próximo CEO de Berkshire Hathaway. Buffett se ha caracterizado durante toda su carrera por llevar a cabo grandes adquisiciones de empresas que le han reportado, en general, suculentos beneficios. En este sentido, los accionistas podrían empezar a ponerse nerviosos si ven que el equipo gestor no lo hace del mismo modo y repartir dividendos podría ser una posibilidad si los herederos al mando no cumplen con las expectativas.