Sin embargo, ven en España señales tentativas de que la desaceleración de la economía ha terminado
Las subidas de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) tendrán un impacto mayor en los países del sur que en los del norte de la eurozona en 2024. Así lo prevén los analistas de ING que, sin embargo, ven en España señales tentativas de que la desaceleración de la economía ha terminado y que el crecimiento podría acelerarse gradualmente este año.
Aunque por el momento varios indicadores apuntan a una transmisión más fuerte de una política monetaria más estricta hacia los países del norte y no del sur de Europa, parece que la situación cambiará este año y es probable que los efectos del ajuste monetario se sientan más en 2024 que el año pasado.
"Cada vez hay más pruebas de que la transmisión de la política monetaria en 2024 será menos favorable para las economías del sur de Europa". "Si bien los países del sur de la eurozona sorprendentemente parecieron desafiar el impacto adverso del endurecimiento de la política monetaria el año pasado, tememos no ver algo similar en 2024", expresan.
¿Por qué creen que será así? En primer lugar apuntan a los datos sobre préstamos, cuyos volúmenes están cayendo actualmente en la mayoría de las economías del sur de Europa. "En Italia, la situación parece bastante grave, ya que la caída interanual del endeudamiento de las empresas no financieras es peor que durante las crisis financiera mundial. España, Portugal e Italia experimentan una disminución en los volúmenes de endeudamiento tanto para los hogares como para las empresas".
Mientras, las economías del norte de Europa siguen experimentando un crecimiento interanual del endeudamiento: "Bélgica y Francia obtienen resultados particularmente buenos entre los mercados más grandes, mientras que Alemania y los Países Bajos experimentan un estancamiento".
En segundo lugar señalan a los intereses de las hipotecas. Como explican los expertos de la entidad, en países con más préstamos variables, los tipos promedio han aumentado casi a la par con de los nuevos préstamos. En países donde las hipotecas a tipo fijo son la norma, los intereses hipotecarios promedio apenas han aumentado hasta ahora.
Además, avisan de que el impacto de las mayores cargas hipotecarias podría manifestarse a través de ajustes en el mercado inmobiliario. Y también podrían resultar en un consumo debilitado, ya que reducen la oportunidad de gastar en otros lugares. A esto se sume que los tipos más altos han iniciado un proceso de desapalancamiento de los hogares en el sur, lo que pesará sobre el consumo y la actividad económica.
En tercer lugar, las diferencias del impacto también se observan al analizar cómo se están desarrollando las cargas de la deuda. "Hasta ahora, el impacto ha sido pequeño, pero las diferencias entre países son visibles cuando se analiza la evolución de los pagos de intereses de los gobiernos, las empresas no financieras y los hogares".
"Si analizamos los pagos netos de tipos de interés de las empresas, vemos que las empresas alemanas y holandesas todavía no han visto ningún impacto hasta el momento. Esto también podría deberse a que tienen más reservas de efectivo, que han comenzado a generar flujos de intereses positivos", Mientras, "en España, Italia y Francia, los pagos netos de intereses han aumentado al nivel más alto en más de siete años", destacan.
Y lo mismo ocurre en el caso de los gobiernos, ya que si bien la mayoría de los países han alargado el vencimiento promedio de su deuda, los tipos más altos están comenzando a resultar en pagos de intereses más altos. "Observamos que el aumento ha sido más rápido en Italia, donde los pagos netos de tipos de interés han vuelto a los niveles de 2015. Francia también ha experimentado un salto, pero a niveles mucho más bajos, mientras que España hasta ahora ha logrado evitar un aumento en los pagos de tipos de interés".
En general, en ING esperan que la brecha se amplíe a medida que se renueve más deuda y esto hará que los debates sobre la austeridad se vuelvan más apremiantes. "En este punto, es claramente Alemania la que lidera el camino en términos de ajuste de cinturón, por lo que no vemos que los esfuerzos de austeridad avancen siguiendo las líneas tradicionales norte-sur en 2024", aseguran.
LA RECUPERACIÓN ESPAÑOLA
Los analistas hacen referencia al caso concreto de España, donde ven señales tentativas de que la desaceleración de la economía española ha terminado y que el crecimiento podría acelerarse gradualmente este año. Eso sí, igual que en 2023, se caracterizará por un sector de servicios fuerte mientras la industria sigue languideciendo.
"España debería ver una aceleración gradual del crecimiento económico en 2024. Sin embargo, aún se verá notablemente frenado, especialmente en la primera mitad del año, por la política monetaria más estricta del BCE que frena la inversión y el consumo", comentan.
A esta situación ayuda el peso relativamente mayor del sector servicios, específicamente el turismo, lo que significa que una industria en contracción pesa menos en las cifras de crecimiento del país. Pero, además, también están ayudando a estimular el crecimiento el despliegue de fondos europeos y la extensión de algunas medidas de apoyo por parte del Gobierno, "aunque el impacto de este último se desvanecerá hacia finales de año, cuando la mayoría de las medidas se eliminarán gradualmente".