"El sector manufacturero de la zona euro parece encaminarse hacia un período difícil"
El Índice PMI final del sector manufacturero de la eurozona se situó en 55,5 en abril (56,5 en marzo), registrando su mínima de los últimos quince meses. El consenso esperaba que se situara en 55,3, por lo que ha superado las expectativas.
El crecimiento económico de los fabricantes de la zona euro perdió nuevamente impulso al comienzo del segundo trimestre, ya que la producción aumentó solo marginalmente y al ritmo más débil de la secuencia actual de veintidós meses de crecimiento, explica S&P Global en su nota. Este nivel más lento de expansión estuvo acompañado por un aumento moderado de los nuevos pedidos y presiones sostenidas de la oferta, ya que las restricciones por el Covid en China y la guerra en Ucrania causaron trastornos.
Por países, el PMI manufacturero en España cayó hasta 53,3, por debajo del dato de 54,2 previo y de la estimación (54,0). En Alemania, el PMI descendió hasta 54,6 desde 56,9 (por encima de la estimación de 54,1) y en Francia subió hasta 55,7 desde 54,7 (por encima de la estimación de 55,4).
De todos los países de la zona euro estudiados, los Países Bajos registró el repunte más fuerte en abril a medida que se aceleró el crecimiento. En el resto de los países, con la excepción de Francia, las lecturas del índice PMI cayeron durante el mes y en cada caso registraron su nivel más bajo en más de un año. Los últimos datos de la encuesta para Alemania fueron particularmente notables, ya que tanto los nuevos pedidos como la producción entraron en territorio de contracción por primera vez desde junio de 2020.
S&P Global añade que, en medio de los desafíos de la cadena de suministro, la inflación de los precios de los insumos se aceleró hasta alcanzar su máxima de cinco meses debido a los crecientes costes del combustible y de la energía. Los fabricantes respondieron aumentando sus precios de venta en abril a la tasa más rápida jamás registrada.
“La producción manufacturera casi se paralizó en la zona euro en abril, ya que simplemente aumentó al ritmo más lento desde junio de 2020. Las empresas no solo informaron que los persistentes problemas con la escasez de componentes se vieron agravados por la guerra de Ucrania y los nuevos confinamientos en China, sino también comentaron que el aumento de los precios y la creciente incertidumbre sobre las perspectivas económicas también están afectando la demanda. El crecimiento de los nuevos pedidos también se ha desacelerado considerablemente en lo que va de año", señala Chris Williamson, economista jefe de S&P Global.
"Las fuertes subidas de precios ejercerán una mayor presión a la baja en la demanda. Un aumento renovado en los costes, ampliamente atribuido a la subida de los precios de la energía y a una mayor presión al alza en los precios pagados por muchos otros insumos en medio de la escasez de suministros, condujo al aumento más pronunciado en los precios de venta de los productores registrado en al menos veinte años de historia de encuestas comparables", añade Williamson. "En resumen, el sector manufacturero de la zona euro parece encaminarse hacia un período difícil de caída de la producción y aumento de los precios”, concluye.