En su opinión, también es necesaria la creación de una especie de senado europeo elegido por los parlamentos nacionales
Ni izquierda ni derecha escuchan las advertencias sobre la desigualdad que el economista francés Thomas Piketty recoge en su 'best seller' mundial “El capital en el siglo XXI”, pero el autor no se queja. Según señala en una entrevista a 'ABC': “Yo no escribo para los políticos. Escribo para alimentar el debate público. Creo en las ideas. Y, en ese terreno, estoy contento”.
Así, explica que, aunque sus ideas principales, como el establecimiento de un impuesto al gran capital y a las transacciones financieras, no logran imponerse en ninguna de las dos orillas del Atlántico, lo que al galo le interesa, “de entrada, es influir en el terreno de las ideas: transformas las opiniones dominantes”.
Por ello, considera que “el debate abierto por mi libro en muchos países me parece estimulante. Influir o no influir en los partidos o los gobiernos es una influencia a corto plazo, no siempre muy profunda. La influencia de las ideas es una influencia a velocidad más lenta”.
¿OTRA CRISIS EN EUROPA? MUTUALIZAR LA DEUDA, CLAVE
Estancamiento y nuevos problemas con la deuda soberana de los países son los dos principales temores a los que se enfrenta Europa y, Piketty afirma que “ningún Estado podrá salir solo de la crisis. Y el riesgo de unas economías sin crecimiento, con mucho paro, mucho populismo y descrédito de los gobiernos y los partidos es bien evidente”.
Su remedio para esta situación es la, temida y denostadas, mutualización de la deuda, así como la creación de un “impuesto europeo de sociedades, democratizar políticamente la zona euro. A partir de ahí, echar los cimientos de una fiscalidad común. Sin esos elementos básicos, las intervenciones del Banco Central Europeo (BCE) quizá sean insuficientes. De hecho, el BCE ha cometido errores graves”
“ESPAÑA Y LA EUROPA DEL SUR, VÍCTIMAS DE ALEMANIA Y FRANCIA”
Para Piketty, el problema de la zona euro es “de fondo”: Europa, destaca, tiene “una veintena de modelos sociales, una veintena de modelos fiscales, una veintena de crisis paralelas, una veintena de crisis de la deuda, con problemas distintos”.
En ese marco, afirma “España y la Europa del sur han sido víctimas de las políticas que han defendido y defienden Alemania y Francia. Es necesario reformar y refundar la construcción política de Europa”.
UN NUEVO PARLAMENTO QUE PONGA EN MARCHA UNA AUTÉNTICA POLÍTICA COMÚN
Así las cosas, el autor de “El capital en el siglo XXI” considera que sería indispensable crear un nuevo Parlamento, “una suerte de 'senado' europeo (…) elegido por los parlamentos nacionales de los países miembros de la zona euro (…) y que tendría la legitimidad imprescindible para poner en marcha una auténtica política económica europea, común para toda la zona euro”.
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